economía

Aboamigalla produce pan de Cea con innovación y tradición

Juan Carlos Rodríguez y Sofía Godoy, copropietarios de Aboamigalla.
photo_camera Juan Carlos Rodríguez y Sofía Godoy, copropietarios de Aboamigalla.
La empresa acaba de recibir la certificación que la sitúa en la vanguardia de la producción artesana

Aboamigalla, una innovadora empresa ubicada en el parque empresarial de San Cristobo de Cea, acaba de recibir un espaldarazo a su forma de producir pan de Cea. La empresa anunció ayer que había conseguido la Certificación IFS GM FOOD, lo que supone colocar a Aboamigalla "en la vanguardia de las empresas artesanas de panadería de Galicia y España, y en punta de lanza del sector panadero artesanal". Añade que es "el reconocimiento a una forma de trabajar y producir que aporta un valor añadido al ya reputado Pan de Cea."

Aboamigalla es un proyecto que han puesto en marcha Sofía Godoy y Juan Carlos Rodríguez. Ambos habían estado inmersos en otro tipo de proyectos ligados a la alimentación, como Coren o Viña Costeira. Poco después de iniciar su andadura, Aboamigalla se convierte en "la única panadería artesana con horno de leña con fuego directo de España en obtener esta prestigiosa certificación internacional".

Elabora para sus panes, masa madre de cultivo propio y procesos no mecanizados; con ingredientes 100% naturales. Además se reafirma en su convicción de que se puede crear un producto enraizado en una tradición y saber ancestral, 100% artesanal "sin renunciar a hacerlo con los estándares más exigentes de calidad y seguridad alimentaria".

En su producción se ha recuperado la harina de trigo Caaveiro (especie autóctona de Galicia certificada), lo que aporta ese sabor tan característico de este pan, "a la vez que implementa la tecnología más vanguardista y sostenible para realizar toda su producción sin utilizar combustibles fósiles, recuperando la energía hasta del humo de los hornos de leña". Así lo destaca la empresa. 

Calidad

Juan Carlos Rodríguez dice que la apuesta ha sido clara: "poner al pan de Cea donde debe estar, un producto de altísima calidad, artesano al cien por cien y cumpliendo todos los estándares de sostenibilidad y seguridad alimentaria". Desde ese punto de vista alude a "cuidar las tradiciones, la salud de las personas y el medioambiente como principios rectores a la hora trabajar y producir en Aboamigalla".

Juan Carlos Rodríguez reconoce incluso que su empresa va "a contracorriente" porque en un mundo tan globalizado la forma de hacer pan es sobre todo industrial, justamente "el camino contrario", que han seguido en este proyecto que se produce en Cea.

Mercado

La certificación IFS GM FOOD cubre normas comunes de auditoría internacionalmente aceptadas, y da respuesta a las expectativas de alta seguridad de los consumidores. Para las empresas del sector alimentario, la adopción de Normas de Calidad y Seguridad Alimentaria y en especial de la norma IFS, "suponen importantes beneficios y ventajas", destaca la empresa, como facilitar el control de todas las etapas de producción, asegurando la inocuidad de los alimentos producidos o envasados. 

Pese al poco tiempo transcurrido desde que inició la producción Aboamigalla está ganando cuota de mercado cada día. De hecho, la venta se hace al público en el despacho de pan y a mayoristas, sobre todo a restauración. También en este proceso de venta y reparto la empresa ha puesto usado estándares de calidad muy altos, tanto en envasado y etiquetado como en transporte para reparto. 


Una apuesta por el medio rural


En todo proyecto empresarial hay un componente racional, "pero también una parte romántica", dice Sofía Godoy, copropietaria de Aboamigalla. Reconoce que hace unos cuatro años comenzó a rondar por su cabeza la puesta en marcha de esta iniciativa empresarial. Ahora es una feliz realidad, pero por el camino han surgido algunas dudas. Ella dice que "es bueno flaquear, porque es bueno de vez en cuando parar para pensar bien la idea". Reconoce que "siempre te planteas ir más rápido pero las circunstancias te llevan a ir un poco más lento, tiene que ser así". Pero el proyecto está ahora bien cimentado.

Una de las dificultades ha sido contar con profesionales formados en la elaboración de este tipo de productos tan específicos. Pero los han encontrado y el resultado es satisfactorio. Dice Sofía Godoy que lo es porque "nos permite dar continuidad con esta actividad en la villa, que tiene una Indicación Xeográfica Protexida de Europa". Es, además, o por encima de todo, "una apuesta por el rural, aunque sea un camino lleno de piedras".

Te puede interesar