Eulogio Paz: "Aznar perdió por tratar de ocultar la autoría de los atentados del 11M”

Los atentados del 11 de marzo de 2004 paralizaron toda España. Cuatro trenes de la red de cercanías de Madrid explotaban sobre las siete y media de la mañana. Tres días después, se celebraban las elecciones generales que enfrentaban al popular Jose María Aznar y al socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Del antes, el durante y el después tratará la conferencia que ofrecerá en el Foro La Región Eulogio Paz, presidente de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo y padre de uno de los fallecidos aquel fatídico día. La charla se celebrará este jueves, a las 20,30 horas, en el centro cultural Marcos Valcárcel. ¿Cómo están las familias de las víctimas 19 años después? No sólo las familias de las víctimas, también los heridos aquel día. Hay quien sigue herido y con secuelas y, si bien algunos han ido a mejor, otros han ido a peor. Por ejemplo, una persona a la que le explotó la bomba cerca del oído, necesita un audífono a raíz del incidente. Por eso insistimos en que hay secuelas que se han agravado con el tiempo. Las consecuencias se extienden casi dos décadas después. Sí, tanto a nivel físico como psicológico. Hay víctimas que siguen en terapia porque no han superado determinada situación: subirse a un tren, tener una herida… No sólo física, también psicológica. También hay consecuencias sociales: hubo quien perdió su trabajo y tuvo que reciclarse. Los hubo que ni siquiera pudieron. O ayudas a nivel social, para la casa, luz, comida… ¿Cuántas atenciones psicológicas ha realizado la asociación en el último año? Actualmente, tenemos siete psicólogas que trabajan con nuestros socios que siguen necesitando asistencia. Hay una persona que puede necesitar un tiempo determinado y después dejarlo; aunque puede haber detonantes que desemboquen en recaídas. Por ejemplo, siempre hay por los aniversarios del atentado o por otros atentados en otras partes del mundo. Al cabo del año, nuestras psicólogas hacen una media de 120 terapias con nuestros socios, además de otro tipo de terapias grupales. La sociedad española se dividió en aquel momento. Hubo quien no creía -o no quiso creer- que había sido un atentado. ¿Siguen vigentes esas teorías de la conspiración? Sí. No es que no se creyera que no fuese un atentado terrorista, eso sí se creyó en líneas generales. La cuestión es que otros trataron de decir que había sido ETA cuando en todas las cancillerías europeas se sabía que era un atentado yihadista. No hubo una división, hubo una gran división en la sociedad que sigue en nuestros días. Es más, hay mucha gente que sigue pensando que fue ETA, o Zapatero, o Rubalcaba… Parece que por culpa de los atentados el PP perdió las elecciones. ¿Cuánta culpa tienen los partidos políticos del dolor de las víctimas? Había elecciones generales tres días después y el PP trató de decirle a la sociedad que había sido ETA. Determinados políticos populares tuvieron muy poca altura de miras y, cuando ya se sabía que habían sido los yihadistas, trataron de aguantar su versión a ver si ganaban las elecciones. Uno de los ministros de Rajoy, García Margallo, decía en su libro que ese día entraron dos asesores en su despacho. Uno de ellos era Arriola, el marido de Celia Villalobos. Les preguntó si sabían quien había sido, y le contestaron: “No. Como haya sido ETA, ganamos; pero como hayan sido los islamistas, nos vamos a casa”. Hubo una utilización partidista del PP al no reconocer el carácter islamista del atentado, ni entonces ni ahora. Y no se trata sólo del reconocimiento político, sino que hubo un trasvase de información del PP a sus medios afines y se estuvo mucho tiempo hablando de la furgoneta Kangoo, o de la casio, o de la mochila de Vallecas. Ha habido decenas de atentados islamistas posteriores, lo que evidencia que aquel también lo era. ¿Cómo fue la comunicación de este suceso a las víctimas y a la sociedad? Aquí había corresponsales diciendo que había un atentado de ETA y desde el extranjero les decían que había sido yihadista. El gobierno de Aznar mandó un comunicado a la ONU para que condenase a ETA por el atentado, y lo hizo sin saber si había sido ETA. A los pocos momentos ya se sabía que era con goma 2 eco, que era lo que usaban los yihadistas. Aguantaron la versión para ver si ganaban las elecciones. Pero las perdieron. ¿Por esa mala comunciación? Creo que sí. Cuando ya se sabía la verdad, si Aznar hubiese tenido altura política hubiese rectificado y reconocido que fueron los islamistas. Pero no. La noche antes de las elecciones, en Telemadrid emitieron una película sobre un atentado de ETA, tratando de guiar a la gente. Ese fue el error del PP y de Aznar. Si lo hubieran dicho, igual hubieran ganado las elecciones, quién sabe. No decir la verdad les hizo perder. Y no hay que olvidar que los atentados del 11M tienen un antecedente en la guerra de Irak. Al Qaeda amenaza a España por su participación en la guerra. ¿Alguien del PP les ha pedido perdón? No. Ha habido gente que reconoció la autoría, pero nadie nos ha pedido perdón, por lo menos a nuestra asociación. A nosotros se nos atacó duramente durante años y vivimos una revictimización. Parecía que nos estaban echando la culpa de los atentados y que habíamos puesto los muertos y los heridos para que el PP perdiese las elecciones. Nuestra anterior presidenta, Pilar Manjón, decía: “Ojalá hubiésemos sido víctimas de ETA”. Nosotros sufrimos mucho esas teorías de la conspiración. ¿Se sienten igual de respaldados que las víctimas de ETA? No. El trato es completamente diferente, sobre todo del PP y sus medios afines. El periódico El Mundo, dirigido en aquel momento por Pedro J. Ramírez, estuvo diez años insistiendo sobre el tema y cuestionando la verdad. La gran apuesta de Pedro J. fue el 11M y fue su gran fracaso. También el de su sucesor, Casimiro García, que estuvo los siguientes dos años. Esas personas no han pedido perdón. Es más, Pedro J. sigue machacando con El Español y alimentando las teorías de la conspiración. Por desgracia, eso no se va a acabar nunca. ¿Cómo es la relación con el actual gobierno? Interior nos trata igual que a las víctimas de ETA. Colaboramos con ellos, a través de la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, dando testimonios en las aulas, para que los niños conozcan como vivimos esos días. Con el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, dirigido por Ione Belarra, las cosas no van tan bien. El año pasado nos reclamó una subvención de 2012, que estaba bien hecha e incluso aceptada por ellos, pero dicen que les falta un sello y por eso nos requieren 60.000 euros. Y este año nos ha recortado otros 60.000. No sé que problema tiene con nosotros, pero nos está machacando. ¿Queda alguno de los terroristas en prisión? Sí. Es más, el 12 de agosto sale uno. Estaban en un piso en Leganés, porque pensaban seguir atentando. Había una bomba colocada en un tren de la estación de AVE de Madrid a Sevilla, en Mocejón. Entonces, cuando estaban acorralados, uno de ellos sale a tirar la basura, se percata de la presencia de la policía y escapa corriendo. Es Abdelmajid Bouchar. En prisión quedan Suárez Trashorras y dos más, que cumplirán los 40 años de máximo. ¿Cree que se han arrepentido? No lo sé. Suárez Trashorras, aunque ha dado 40 versiones de los atentados, dijo que quería pedir perdón, pero no sé si alguna víctima se ha reunido con ellos. Lo que no hay es un perdón oficial.