Juan Taboada, meteorólogo: “La gente se enfada con nosotros si llueve en las bodas o las comuniones”

Juan Taboada es físico y lleva más de 20 años dedicado a la meteorología. Esta ciencia, además de anticiparnos si va a llover o si podremos disfrutar de un día de sol, tiene la capacidad de mitigar y prepararnos para fenómenos más agresivos, como es la sequía, los incendios o las inundaciones. Fenómenos que ya no nos son ajenos y que influyen de lleno en la economía o en la propia subsistencia. Inscríbete de forma gratuita para asistir al Foro La Región de Juan Taboada El cambio climático avanza, “para muestra el 2022”, adelanta Taboada. Este jueves, el coordinador de Meteogalicia será el invitado al Foro La Región con su ponencia “Meteorología de precisión”. La conferencia se celebra a las 20,30 horas en el Marcos Valcárcel. ¿La meteorología puede ser precisa? Puede serlo en el sentido de que en el presente tenemos más datos para resolver los modelos atmosféricos. Cada vez podemos ser más precisos. En Meteogalicia afinamos nuestra previsión, ahora llegamos a un nivel de detalle que antes sería impensable. ¿Cómo puede notar esta mejora alguien que consulta el tiempo? Ahora es posible hacer predicciones a nivel de concellos casi hora por hora. Pero siempre hay que partir de la base de que la meteorología es una ciencia inexacta, hay datos y cálculos con ecuaciones, pero su solución nunca es exacta. Hay que hacer aproximaciones. Nunca va a existir la exactitud por imposición de la propia naturaleza. Y todavía así tienen la fama de que “los meteorólogos nunca aciertan con el tiempo”… Sí, exacto. Es algo con lo que se vive. Nuestro trabajo está dirigido para dar el mejor servicio posible. Al pronóstico siempre hay que asociarle una incertidumbre. No siempre lo hacemos o el mensaje no llega… hay que convivir con ello. El verano parece durar cada vez más. ¿Están desapareciendo el otoño y la primavera como estaciones? Sí, es algo que se está comprobando. Vemos fenómenos cada vez más extremos y hay métricas que nos indican que se está alargando. Consideramos día de verano aquel en el que la máxima supera los 25 grados. En las últimas décadas son cada vez más. Lo mismo ocurre con el invierno, nos encontramos con nevadas en cotas bajas, días muy fríos…Eso hace que desaparezcan las estaciones intermedias. En el informe climatológico de 2022 recogen que las máximas en Ourense “alcanzaron el valor de anomalía más elevado de la serie histórica”. ¿Qué significa esto?, ¿cada vez serán más altas las temperaturas? Esto significa que este verano fue una buena muestra de lo que podemos esperar del cambio climático. En 2022 los episodios de calor se produjeron de forma sucesiva desde el mes de junio hasta el de agosto. La temperatura durante esos meses fue de 2,7 grados por encima de la media. Los pronósticos de hace unos años se van confirmando y esto va a suceder cada vez de forma más frecuente. ¿Qué consecuencias inmediatas del cambio climático ya hemos vivido? La sequía y los episodios de calor que incrementaron el efecto de la oleada de incendios, de especial brutalidad, como vimos en O Barco. El año pasado (completo) la temperatura subió 1,3 grados sobre la media, si llegase subir 3, todo lo que pasó sería poco para lo que nos vendría. Además, en términos de producción agraria, habría que cambiar. Ya vimos muchas cosechas que no se dieron o problemas en las praderas para la ganadería intensiva. En el mar también preocupa la subida del nivel. La provincia cuenta con una red de 35 estaciones que nos indican el tiempo. ¿Cuál es la de referencia?, ¿por qué hay dos en la ciudad? Cada estación tiene su peculiaridad. Tenemos la de Manzaneda, por ejemplo, que mide muy bien la temperatura de alta montaña. Otras nos informan de los valles, la de la ciudad da servicio a más personas… Ourense es una provincia con muchas peculiaridades. En las olas de frío, el sur siempre marca las mínimas (la estación de Calvos). En Ourense hay dos porque en la propia ciudad también hay muchas diferencias. Dan valores distintos y en días de anticiclón en invierno la diferencia puede ser enorme. ¿Quién les consulta el tiempo?, ¿les llaman los políticos para conocer las previsiones? Los políticos nos consultan a menudo para sus actos o cualquier cosa que hagan al aire libre. También desde el departamento de Sanidade, los servicios de emergencias (en materia de incendios), los agricultores y los ganaderos. Además, hay un sector que no se tiene tan en cuenta: el audiovisual. Afortunadamente, en Ourense se graban cada vez más películas y para ellos el tiempo es fundamental. ¿Recuerda alguna llamada peculiar que les hiciese reír? Nos suelen consultar para temas de bodas y bautizos. Son gente que parece que intenta negociar el pronóstico con nosotros si no les gusta la predicción. E incluso intentan moverlo o pedirnos que modifiquemos el tiempo, ¡como si fuese posible que evitemos la lluvia! ¿Cuánto le preocupa el cambio climático? Me preocupa bastante en el sentido de que es algo acumulativo. No lo notamos de un día para otro, pero estamos cambiando la configuración de la atmósfera y metiendo más gases de efecto invernadero. Sobre todo me preocupan las futuras generaciones. Llegará un momento en que se vaya de nuestra capacidad de adaptación. En los países más beneficiados económicamente conseguimos contornear el problema, pero en otros… Además, esto se une a la crisis energética (si hace más calor, necesitaremos más energía para enfriarnos). No estamos lo suficientemente concienciados y al final podríamos pasar algún límite. ¿Se tiene en cuenta en la política española?, ¿son necesarias más medidas? En el mundo de la legislación se tiene en cuenta, pero en la práctica es más difícil de llevar a cabo el cambio. Lo hemos visto con la guerra de Ucrania, de repente la crisis de la energía fue más urgente que la climática y muchos países volvieron al carbón. ¿Ourense es parte de la Meseta climáticamente?, ¿qué características tiene? Ourense como provincia es muy rica en características climáticas, pero para nada somos parte de la Meseta. Es una zona de transición entre ella y Galicia. Tenemos climas de montaña, las llanuras del sur, el Miño… Hay una gran variedad y un clima bastante extremo. Siempre marcamos las máximas y las mínimas de la comunidad. ¿La despoblación tiene efectos negativos en el clima? Que se viva de forma más dispersa y que haya menos habitantes es perjudicial. La desplobación hace que cambie el paisaje. Que las aldeas queden abandonadas y no se trabaje en la parte forestal, hace que esta misma invada zonas cercanas a las casas y aumenten los fuegos.