Agustín Hernández (Madrid, 1961) es el triconselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, que en la pasada legislatura se había repartido entre tres departamentos incluida Vivenda. Lo que hicimos fue volver a los orígenes, es cuestión de contar con gente capacitada y que ponga ilusión, explica. Es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, tiene tres hijos, su mujer es viguesa y su residencia actual está en Santiago.
¿Cuál es su balance de los cien primeros días de gobierno?
Lo tendrá que hacer la sociedad. Teníamos un compromiso de empezar a trabajar con mucha intensidad, de poner en marcha una serie de proyectos y compromisos, creo que lo hemos hecho, y había que reorganizar la Xunta con la nueva estructura, hacer un programa de austeridad acompañado de un programa de choque que se aprueba la próxima semana.
Estuvo hasta 2005 como director general de Obras Públicas, ¿qué diferencias notó en la Xunta tras este paréntesis de cuatro años? Es muy distinto, lo que más he percibido es que había mucha desorganización y bastante poca intensidad en el trabajo diario.
Encontraron algunos desajustes, como los 40 millones en el IGVS, ¿cómo afecta?
Este año la situación es complicada. Aún estamos descubriendo problemas, reclamaciones, compromisos que no teníamos contabilizados, incidencias de todo tipo. El año que viene va a ser diferente porque el presupuesto lo haremos nosotros, aunque arrastraremos las deficiencias presupuestarias que hemos detectado este año y las expectativas financieras no son buenas para ninguna administración, pero sabremos lo que tenemos y donde podemos comprometer. Luego habrá que poner imaginación para las infraestructuras que pide la sociedad.
En Política Territorial hubo muchas adjudicaciones en el último minuto, ¿ha puesto orden?
No nos pareció elegante que con el Gobierno en funciones y con las elecciones perdidas se tuviera una voracidad tramitadora que no se había tenido durante los 44 meses anteriores. Las actuaciones que tienen terrenos, que son correctas y que responden a una planificación adecuada continuaremos con ellas, pero con las que tengan problemas no.
El bipartito aprobó una decena de planes urbanísticos y había más de 70 pendientes, ¿qué pueden esperar los concellos?
Creemos que el Urbanismo municipal debe nacer de la colaboración entre la Xunta y los concellos, y que los concellos están para que se cumpla la legalidad. Aparte de esa labor de control, lo que queremos es que se establezca una relación de colaboración y que no se produzca lo que pasa siempre: cuando llega un Concello con un plan muy avanzado se encuentra con unos técnicos que le plantean problemas que si se hubieran planteado hace un año o dos no hubieran llegado a esa situación. Al final, ocurrió que el Urbanismo estaba paralizado y que la Xunta se encuentra con un montón de expedientes que en su mayoría tiene que informar desfavorablemente. Los alcaldes después de 2 ó 3 años de haber iniciado un plan se encuentran con un gran dolor de cabeza. Conclusión: los alcaldes huyen de revisar los planes, de adaptarlos a las leyes, y se vive una situación de interinidad. ¿Se aprobarán más planes? Tiene que haberlos. Esta Consellería siempre se asoció a las infraestructuras y en esta legislatura lo que debe potenciar y me gustaría que se reconociese al final de estos cuatro años es que donde se ha mejorado más la gestión sea en el transporte, la movilidad, y el urbanismo, porque es donde están los problemas de la gente. Son los ejes principales.
¿Qué harán con el parque ambiental de Carballeda de Avia, conocido como Sogama 2?
No la vamos a hacer, ni es viable ni es lógico ni está bien ubi cada ni responde a ningún criterio de diseño ni de planificación, ni tiene sentido en pleno Ribeiro hacer una instalacion de ese tipo. Más claro imposible, ¿no? (se ríe).
Sin embargo, Fomento va a hacer una conexión entre ese parque y la autovía.
Sí lo seguimos en la prensa, va a permeabilizar la autovía y seguro que habrá quien lo utilice pero el parque no se va a ejecutar.
¿Cómo será el nuevo plan de residuos?
Vamos a tener un plan de residuos antes de final de año que utilizará como punto de partida el documento que nos dejó el Gobierno anterior, pero va a hacer una reflexión diferente. Había un sistema de tratamiento, la biometanización de los residuos, que no nos parece la solución. Es bueno dar una solución al problema de Sogama que viene derivado de que no tiene la capacidad suficiente para tratar toda la basura que le llega. No tenemos decidido si ampliamos las instalaciones de Sogama con un tratamiento parecido o diferente o si hacemos una instalación para desviar parte de los residuos, en todo caso tenemos meridianamente claro que hay que potenciar la disminución en origen del residuo y potenciar en las zonas rurales sistemas de compostaje que eviten llevar la basura a muchos kilómetros, tiene mucha importancia en bastantes zonas de Ourense con un coste de transporte brutal.
¿Se van a implicar en el consorcio con el Estado y el Concello para integrar el AVE en la ciudad y para que se haga una estación intermodal?
En todas la ciudades y en Ourense en particular estamos de acuerdo en la solución última que va a sacar el Ministerio a información pública, que haya un by-pass de Ourense por el este y por el norte. La Xunta está lógicamente interesada en la estación intermodal y de acuerdo con el Ministerio en que tiene que participar porque tiene una componente urbanística. Hay que ir a una solución que huya de los personalismos arquitectónicos, que vaya al pragmatismo, a hacer una estación funcional, digna para Ourense y operativa.
El Concello pide medidas transitorias mientras no se aprueba el Plan de Urbanismo.
La solución mejor es acelerar la redacción del Plan nuevo y también entendemos que si el Concello quiere que tomemos alguna medida provisional, como en otros municipios, el que debe indicarnos el modelo y naturaleza de esa norma debe ser el propio Concello, que es quien controla y gestiona el urbanismo de la ciudad. Si no, vamos a generar un problema urbanístico en el sentido de que la norma será muy restrictiva y el PGOM de Ourense tiene un problema jurídico por una cuestión de trámite, no porque alguien cuestione el diseño urbanístico.
El BNG quería hacer un parque empresarial de 4 millones de metros cuadrados en Val de Rábeda. ¿Seguirán con el proyecto?, ¿empezaron las expropiaciones?
En toda Galicia lo que hicimos fue identificar todos los suelos empresariales que ha empezado a desarrollar el IGVS, algunos vienen de la época del Plan Galicia, otros se incorporaron y otros se habían paralizado. Analizaremos la idoneidad del emplazamiento y en base a eso estableceremos una política racional de desarrollo de esos suelos industriales porque lo que está claro es que en este momento no podemos financieramente ni de forma racional desarrollar todo lo que estaba haciendo de manera desordenada el IGVS. Con ese diagnóstico, se van a priorizar y hacer por fases en función de la demanda, no vamos a llenar el país de parques empresariales y que luego nadie quiera comprar, y por desgracia hay casos. En Val de Rábeda ya se adquirieron parcelas de mutuo acuerdo por 8 millones.
¿Cómo va el vial de alta capacidad de Celanova?
Está firmado el contrato con la concesionaria, es una actuación de peaje en la sombra y el día 18 de agosto es el plazo para entregar el proyecto de trazado. Si el concesionario cumple los plazos, que hasta ahora los ha cumplido, en septiembre se empezará a expropiar y a partir de ahí el inicio de las obras cuando se presente el proyecto.
El presidente de la Xunta y el ministro de Fomento firmaron el acuerdo del AVE gallego, con plazos y presupuestos. ¿Significa que antes no estaba garantizado? Antes había un plan estratégico de infraestructuras y transportes para toda España en el que estaban incluidas las infraestructuras del AVE de Galicia. A partir de ahí estaba la priorización que hacía el Ministerio año a año de las obras en toda España. Ahora hay un compromiso del ministro de Fomento que va más allá de la Legislatura y que no está sometido a las convocatorias electorales. Es un acuerdo que se puede calificar de histórico, porque podremos ver año a año si se cumple para que Galicia tenga el AVE terminado en 2015. Tiene como precedente el de acuerdo de las autovías que firmaron Fraga y Cosculluela y aunque con retraso se inauguraron y fue un gran cambio para Galicia.
Han dicho que van a retomar el Plan Galicia.
Queremos retomar las actuaciones que se habían anulado del Plan Galicia y presentaremos un plan de infraestructuras en unos días, que recoja una red de altas prestaciones de titularidad autonómica que malle todo el territorio y que complete la red que está ahora mismo en construcción. En su momento el anterior Gobierno se limitó a ejecutar lo que nosotros teníamos planificado, aunque hay alguna obra nueva.
Además del rural, ¿qué cambiarán en la Lei do Solo? Hay dos cuestiones principales. Que se haga viable la construcción en núcleos rurales tal como son en Galicia, que se construya en la proximidad de los núcleos actuales para generar una compactación del territorio y que no aparezcan viviendas por todos lados. Y en cuanto a las actividades extractivas y al sector primario es quitar el control autonómico en las licencias para que se agilicen.
Los promotores rechazan el 40% de vivienda protegida.
Debería graduarse en función de la demanda, estamos haciendo una reflexión al respecto, porque no es igual en Vigo que en el rural ni la costa que el interior. No está cerrado que se incluya en las modificaciones de la Lei do Solo.
Agobia a los promotores.
En Galicia no tiene el mismo impacto, porque aquí la diferencia entre vivienda libre y protegida es muy pequeña, en Madrid y otras capitales es muy grande. No es tan dramático como intentan hacer ver. ¿Potenciarán el alquiler? Queremos abrir líneas de alquiler que aprovechen las ayudas del Plan estatal de Vivienda y sirvan para poner en el mercado las viviendas que están vacías, que los promotores no pueden vender y que, aunque se construyeran como libres, se puedan reconducir al mercado de la protección autonómica.
Lo tendrá que hacer la sociedad. Teníamos un compromiso de empezar a trabajar con mucha intensidad, de poner en marcha una serie de proyectos y compromisos, creo que lo hemos hecho, y había que reorganizar la Xunta con la nueva estructura, hacer un programa de austeridad acompañado de un programa de choque que se aprueba la próxima semana.
Estuvo hasta 2005 como director general de Obras Públicas, ¿qué diferencias notó en la Xunta tras este paréntesis de cuatro años? Es muy distinto, lo que más he percibido es que había mucha desorganización y bastante poca intensidad en el trabajo diario.
Encontraron algunos desajustes, como los 40 millones en el IGVS, ¿cómo afecta?
Este año la situación es complicada. Aún estamos descubriendo problemas, reclamaciones, compromisos que no teníamos contabilizados, incidencias de todo tipo. El año que viene va a ser diferente porque el presupuesto lo haremos nosotros, aunque arrastraremos las deficiencias presupuestarias que hemos detectado este año y las expectativas financieras no son buenas para ninguna administración, pero sabremos lo que tenemos y donde podemos comprometer. Luego habrá que poner imaginación para las infraestructuras que pide la sociedad.
En Política Territorial hubo muchas adjudicaciones en el último minuto, ¿ha puesto orden?
No nos pareció elegante que con el Gobierno en funciones y con las elecciones perdidas se tuviera una voracidad tramitadora que no se había tenido durante los 44 meses anteriores. Las actuaciones que tienen terrenos, que son correctas y que responden a una planificación adecuada continuaremos con ellas, pero con las que tengan problemas no.
El bipartito aprobó una decena de planes urbanísticos y había más de 70 pendientes, ¿qué pueden esperar los concellos?
Creemos que el Urbanismo municipal debe nacer de la colaboración entre la Xunta y los concellos, y que los concellos están para que se cumpla la legalidad. Aparte de esa labor de control, lo que queremos es que se establezca una relación de colaboración y que no se produzca lo que pasa siempre: cuando llega un Concello con un plan muy avanzado se encuentra con unos técnicos que le plantean problemas que si se hubieran planteado hace un año o dos no hubieran llegado a esa situación. Al final, ocurrió que el Urbanismo estaba paralizado y que la Xunta se encuentra con un montón de expedientes que en su mayoría tiene que informar desfavorablemente. Los alcaldes después de 2 ó 3 años de haber iniciado un plan se encuentran con un gran dolor de cabeza. Conclusión: los alcaldes huyen de revisar los planes, de adaptarlos a las leyes, y se vive una situación de interinidad. ¿Se aprobarán más planes? Tiene que haberlos. Esta Consellería siempre se asoció a las infraestructuras y en esta legislatura lo que debe potenciar y me gustaría que se reconociese al final de estos cuatro años es que donde se ha mejorado más la gestión sea en el transporte, la movilidad, y el urbanismo, porque es donde están los problemas de la gente. Son los ejes principales.
¿Qué harán con el parque ambiental de Carballeda de Avia, conocido como Sogama 2?
No la vamos a hacer, ni es viable ni es lógico ni está bien ubi cada ni responde a ningún criterio de diseño ni de planificación, ni tiene sentido en pleno Ribeiro hacer una instalacion de ese tipo. Más claro imposible, ¿no? (se ríe).
Sin embargo, Fomento va a hacer una conexión entre ese parque y la autovía.
Sí lo seguimos en la prensa, va a permeabilizar la autovía y seguro que habrá quien lo utilice pero el parque no se va a ejecutar.
¿Cómo será el nuevo plan de residuos?
Vamos a tener un plan de residuos antes de final de año que utilizará como punto de partida el documento que nos dejó el Gobierno anterior, pero va a hacer una reflexión diferente. Había un sistema de tratamiento, la biometanización de los residuos, que no nos parece la solución. Es bueno dar una solución al problema de Sogama que viene derivado de que no tiene la capacidad suficiente para tratar toda la basura que le llega. No tenemos decidido si ampliamos las instalaciones de Sogama con un tratamiento parecido o diferente o si hacemos una instalación para desviar parte de los residuos, en todo caso tenemos meridianamente claro que hay que potenciar la disminución en origen del residuo y potenciar en las zonas rurales sistemas de compostaje que eviten llevar la basura a muchos kilómetros, tiene mucha importancia en bastantes zonas de Ourense con un coste de transporte brutal.
¿Se van a implicar en el consorcio con el Estado y el Concello para integrar el AVE en la ciudad y para que se haga una estación intermodal?
En todas la ciudades y en Ourense en particular estamos de acuerdo en la solución última que va a sacar el Ministerio a información pública, que haya un by-pass de Ourense por el este y por el norte. La Xunta está lógicamente interesada en la estación intermodal y de acuerdo con el Ministerio en que tiene que participar porque tiene una componente urbanística. Hay que ir a una solución que huya de los personalismos arquitectónicos, que vaya al pragmatismo, a hacer una estación funcional, digna para Ourense y operativa.
El Concello pide medidas transitorias mientras no se aprueba el Plan de Urbanismo.
La solución mejor es acelerar la redacción del Plan nuevo y también entendemos que si el Concello quiere que tomemos alguna medida provisional, como en otros municipios, el que debe indicarnos el modelo y naturaleza de esa norma debe ser el propio Concello, que es quien controla y gestiona el urbanismo de la ciudad. Si no, vamos a generar un problema urbanístico en el sentido de que la norma será muy restrictiva y el PGOM de Ourense tiene un problema jurídico por una cuestión de trámite, no porque alguien cuestione el diseño urbanístico.
El BNG quería hacer un parque empresarial de 4 millones de metros cuadrados en Val de Rábeda. ¿Seguirán con el proyecto?, ¿empezaron las expropiaciones?
En toda Galicia lo que hicimos fue identificar todos los suelos empresariales que ha empezado a desarrollar el IGVS, algunos vienen de la época del Plan Galicia, otros se incorporaron y otros se habían paralizado. Analizaremos la idoneidad del emplazamiento y en base a eso estableceremos una política racional de desarrollo de esos suelos industriales porque lo que está claro es que en este momento no podemos financieramente ni de forma racional desarrollar todo lo que estaba haciendo de manera desordenada el IGVS. Con ese diagnóstico, se van a priorizar y hacer por fases en función de la demanda, no vamos a llenar el país de parques empresariales y que luego nadie quiera comprar, y por desgracia hay casos. En Val de Rábeda ya se adquirieron parcelas de mutuo acuerdo por 8 millones.
¿Cómo va el vial de alta capacidad de Celanova?
Está firmado el contrato con la concesionaria, es una actuación de peaje en la sombra y el día 18 de agosto es el plazo para entregar el proyecto de trazado. Si el concesionario cumple los plazos, que hasta ahora los ha cumplido, en septiembre se empezará a expropiar y a partir de ahí el inicio de las obras cuando se presente el proyecto.
El presidente de la Xunta y el ministro de Fomento firmaron el acuerdo del AVE gallego, con plazos y presupuestos. ¿Significa que antes no estaba garantizado? Antes había un plan estratégico de infraestructuras y transportes para toda España en el que estaban incluidas las infraestructuras del AVE de Galicia. A partir de ahí estaba la priorización que hacía el Ministerio año a año de las obras en toda España. Ahora hay un compromiso del ministro de Fomento que va más allá de la Legislatura y que no está sometido a las convocatorias electorales. Es un acuerdo que se puede calificar de histórico, porque podremos ver año a año si se cumple para que Galicia tenga el AVE terminado en 2015. Tiene como precedente el de acuerdo de las autovías que firmaron Fraga y Cosculluela y aunque con retraso se inauguraron y fue un gran cambio para Galicia.
Han dicho que van a retomar el Plan Galicia.
Queremos retomar las actuaciones que se habían anulado del Plan Galicia y presentaremos un plan de infraestructuras en unos días, que recoja una red de altas prestaciones de titularidad autonómica que malle todo el territorio y que complete la red que está ahora mismo en construcción. En su momento el anterior Gobierno se limitó a ejecutar lo que nosotros teníamos planificado, aunque hay alguna obra nueva.
Además del rural, ¿qué cambiarán en la Lei do Solo? Hay dos cuestiones principales. Que se haga viable la construcción en núcleos rurales tal como son en Galicia, que se construya en la proximidad de los núcleos actuales para generar una compactación del territorio y que no aparezcan viviendas por todos lados. Y en cuanto a las actividades extractivas y al sector primario es quitar el control autonómico en las licencias para que se agilicen.
Los promotores rechazan el 40% de vivienda protegida.
Debería graduarse en función de la demanda, estamos haciendo una reflexión al respecto, porque no es igual en Vigo que en el rural ni la costa que el interior. No está cerrado que se incluya en las modificaciones de la Lei do Solo.
Agobia a los promotores.
En Galicia no tiene el mismo impacto, porque aquí la diferencia entre vivienda libre y protegida es muy pequeña, en Madrid y otras capitales es muy grande. No es tan dramático como intentan hacer ver. ¿Potenciarán el alquiler? Queremos abrir líneas de alquiler que aprovechen las ayudas del Plan estatal de Vivienda y sirvan para poner en el mercado las viviendas que están vacías, que los promotores no pueden vender y que, aunque se construyeran como libres, se puedan reconducir al mercado de la protección autonómica.
