El presidente gallego tuvo que redactar un nuevo documento de cooperación entre los entes con las exigencias de Lugo

Besteiro fuerza a Feijóo a cambiar el protocolo entre Xunta y diputaciones

Baltar, Calvo, Feijóo,  Besteiro y Louzán, durante la firma del acuerdo.
Era el día señalado por el presidente de la Xunta para hacerse una fotografía 'histórica' con los cuatro presidentes de las diputaciones gallegas tras la firma de un protocolo de cooperación para reducir las duplicidades y optimizar la prestación de servicios.
Al final Alberto Núñez Feijóo sí tuvo la foto, pero las cámaras se fijaron en el socialista José Ramón Gómez Besteiro. El presidente de la Diputación de Lugo acaparó toda la atención ya que se negó a firmar el documento inicial aprobado por el Consello de la Xunta hasta que no fueron admitidas sus reivindicaciones y se redactó un nuevo texto.
El acto principió con casi una hora de retraso ante el desconcierto de periodistas y de asesores políticos, que no comprendían que estas cosas no se trajesen ya pactadas de casa. En una sala aparte, Besteiro y Feijóo negociaron durante casi una hora. El presidente gallego aceptó retirar del texto el traspaso de la ayuda en el hogar, ya que el presidente de la Diputación lucense estudia presentar un recurso contencioso-administrativo contra el decreto que la regula, por entender que la Administración autonómica entrega una competencia a las instituciones provinciales 'sin los recursos económicos' para hacerle frente. Besteiro aclaró
que en caso de seguir adelante con el recurso 'no hay que rasgarse las vestiduras, ya que también las administraciones autonómicas recurren al Tribunal Constitucional cuando entienden que se han vulnerado sus competencias'.

INFORME JURÍDICO
Gómez Besteiro llegó al encuentro con un informe elaborado por los servicios jurídicos de la Diputación lucense en el que cuestionaba la legalidad del protocolo inicial y que previamente había remitido con fecha de 13 de junio a Alfonso Rueda, conselleiro de Presidencia, sin obtener respuesta. Ayer se lo entregó en mano al presidente gallego, al igual que un dossier con los 'asuntos pendentes da Xunta coa provincia de Lugo'.
El dirigente socialista también consiguió que en el protocolo de cooperación se retirase el traspaso de los Grupos Municipales de Intervención Rápida (Grumir) sin financiación y que se incluyese una referencia al impulso del sector primario con un Plan Galego de Cooperativismo agroganadero y forestal y una acción concertada para atacar la sangría demográfica en el rural dentro del plan que resulte aprobado en el Parlamento.
El protocolo apuesta también por establecer una agenda mutua entre ambas administraciones en servicios sociales, inversiones, equipamientos culturales, turísticos, emergencias y actividades formativas y de empleo, entre otras.
Las administraciones se comprometieron a iniciar en el plazo de un mes las conversaciones de cara a la concreción de los convenios de colaboración bilaterales. Para Feijóo se trató de un acuerdo 'histórico' que fue 'posible por el cambio generacional tanto en la Xunta como en las diputaciones' y con el que Galicia 'se vuelve a adelantar'.
La efusividad de los presidentes populares contrastó con el escepticismo de Besteiro, el único que admitió preguntas:' Ya se verá si esta firma se queda en un acto político sin más recorrido y en un papel con escasa vinculación jurídica'.

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