Aún no se sabe en qué cantidad ni en qué modo, pero los indicios recogidos durante la campaña del 'Gran Burato' permitirían confirmar la presencia de gas frente a la costa gallega, susceptible de explotación comercial.
Así lo destacaron los investigadores del grupo de Geología Marina y Ambiental (Geoma) de la Universidad de Vigo, encargado de la campaña, en una comparecencia en la que destacaron que, una vez recogida toda la información que se necesita, ahora toca una larga etapa de análisis, discusión y puesta a punto de los datos, para plasmarlos en un informe que se transmitirá a la Xunta a finales del mes de diciembre.
Los investigadores explican que con el procesado preliminar de los datos sísmicos, realizado en el propio buque en el zarparon desde Vigo, el 'Sarmiento de Gamboa', se ve que hay bastantes cosas que podrían interpretarse como gas, si bien para confirmarse o descartarse esta posibilidad serán necesarias semanas de análisis a realizar con máquinas de mayor potencia que las empleadas en el primer tratamiento.
La campaña de investigación estuvo dividida en dos fases. La primera tuvo lugar desde el día 16 hasta el 25 de octubre, y se centró en un estudio sísmico. Una vez que finalizó, volvieron a salir al mar para comenzar la segunda etapa, ya específica para la recogida de muestras. Sin embargo, las malas condiciones meteorológicas provocaron la interrupción de la misma y el día 30 de octubre retornaron a puerto y aprovecharon para reparar un instrumento que estaba causando problemas.
El 1 de noviembre volvieron a salir para continuar con la segunda fase. Ésta fue más complicada que la primera, aun así se recogieron veinte metros de material sedimentario en un total de cinco testigos.
Los investigadores explican que con el procesado preliminar de los datos sísmicos, realizado en el propio buque en el zarparon desde Vigo, el 'Sarmiento de Gamboa', se ve que hay bastantes cosas que podrían interpretarse como gas, si bien para confirmarse o descartarse esta posibilidad serán necesarias semanas de análisis a realizar con máquinas de mayor potencia que las empleadas en el primer tratamiento.
La campaña de investigación estuvo dividida en dos fases. La primera tuvo lugar desde el día 16 hasta el 25 de octubre, y se centró en un estudio sísmico. Una vez que finalizó, volvieron a salir al mar para comenzar la segunda etapa, ya específica para la recogida de muestras. Sin embargo, las malas condiciones meteorológicas provocaron la interrupción de la misma y el día 30 de octubre retornaron a puerto y aprovecharon para reparar un instrumento que estaba causando problemas.
El 1 de noviembre volvieron a salir para continuar con la segunda fase. Ésta fue más complicada que la primera, aun así se recogieron veinte metros de material sedimentario en un total de cinco testigos.
