Javier Martínez Blanco, un guardia civil destinado en Lugo que fue acusado en 2009 por dos de sus mandos y por la titular del Juzgado de Instrucción Número 3, Estela San José, de calumnias e injurias a través de varios foros de Internet, pidió a perdón esta mañana a sus víctimas en sede judicial y será finalmente absuelto.
Fuentes jurídicas explicaron que los denunciantes llegaron a un acuerdo extrajudicial con el acusado para resolver la responsabilidad civil por sus comentarios con las correspondientes indemnizaciones económicas, pero, en lo que se refiere a la vía penal, 'solicitó el perdón de las víctimas' y le fue concedido, por lo que se retiraron las acusaciones particulares y la de la Fiscalía.
Por lo tanto, la vista oral señalada para hoy en el Juzgado de lo Penal Número 2 de Lugo, por los delitos continuado de calumnias y de injurias graves con publicidad, no llegó finalmente a celebrarse.
En todo caso, las fuentes indicaron que el acusado está 'obligado' a rectificar 'a su costa' los comentarios injuriosos contra las víctimas en los mismos canales por los que fueron difundidos esos mensajes.
Cada uno de los denunciantes le exigía una indemnización de 12.000 euros al acusado 'por el perjuicio psicológico y profesional provocado' con sus comentarios, con declaración de 'responsabilidad civil solidaria de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC)', porque algunos de esos mensajes injuriosos, relacionados 'con la vida privada de los querellantes', fueron publicados en su página web.
En todo caso, la letrada que representaba a ese colectivo, Rosa Lozano, informó a los medios de comunicación, en la puerta de la sala de vistas, de que los denunciantes retiraron cualquier petición de indemnización contra la AUGC.
Además, la abogada recordó que el acusado no pertenece a la AUGC, sino que es 'el delegado provincial de una asociación diferente' y, además, los mensajes vertidos en la página web de este colectivo aparecieron también otros 'foros abiertos' de Internet, todos relacionadas con la Guardia Civil.
Entre los denunciantes, además de Estela San José, instructora de la llamada 'Operación Campeón', figuraba también el comandante de la Guardia Civil, Jesús Borjas, que en la fecha de los hechos denunciados ocupaba el rango de capitán y estaba destinado en Lugo.
En la acusación particular también aparecía el coronel José Herrera García-Lora, antiguo jefe de la Comandancia de Lugo -hoy en la reserva-, imputado en la llamada 'Operación Carioca' por la jueza Pilar de Lara, titular del Juzgado de Instrucción Número 1, el mismo que ha instruido la causa de esta denuncia.
Fuentes jurídicas consultadas por EFE explicaron los comentarios objeto de la causa, vertidos bajo diferentes pseudónimos, desacreditaban la actividad profesional de la jueza y de los mandos y, según el escrito de acusación, causaron 'graves perjuicios psicológicos y profesionales a los perjudicados'.
Por su parte, en declaraciones a los medios de comunicación, el acusado dijo que asumía 'sus responsabilidades' y reconoció que los últimos cuatro años han sido 'largos', porque al ser la parte denunciante 'dos oficiales de la Guardia Civil y una jueza', la 'situación no es cómoda'.
De todas formas, dijo encontrarse 'tranquilo' y dispuesto a continuar con su 'actividad sindical' dentro de la Guardia Civil, aunque reconoció que es 'complicado' desarrollar 'ese trabajo', porque 'hay mucha oposición interna', algo que, desde su punto de vista, queda 'claro' con 'juicios de este tipo, con dos oficiales contra un guardia'.
Con respecto a los comentarios que lanzó en la Red contra la jueza y los dos mandos, reconoció que 'cuando uno asume responsabilidades, se arrepiente', aunque también dijo que se sintió 'coartado' en el ejercicio de su libertad de expresión y anunció que lo sucedido es 'un bache' en su trayectoria sindical, con la que está dispuesto a continuar.
'Si te tienen cuatro años imputado por unas presuntas injurias y calumnias, tienes en contra a los jefes de la Guardia Civil, es normal que te sientas, de alguna manera, muy limitado para poder expresarte, defender a los compañeros. Claro que me he sentido coartado', concluyó.
