La hermana de la cajera asesinada hace diecisiete años en el Cash Récord de Lugo, Isabel López, abandonó la protesta que mantenía desde hace semanas en la puerta de los Juzgados de Lugo y anunció que pospone el inicio de una huelga de hambre hasta septiembre, después de recibir una carta de la Subdelegación del Gobierno.
En declaraciones a Efe, Isabel López confirmó que el pasado martes recibió 'una comunicación' por parte de la Subdelegación del Gobierno en la que se le explica que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado 'están trabajando' para resolver el doble crimen que le costó la vida a su hermana y a un 'reponedor' del Cash Récord en 1994.
Hasta esta semana, aclaró, no había 'recibido contestación alguna', a pesar de que hacía casi veinte días que se encadenaba todas las mañanas a las puertas del edificio de los Juzgados de Lugo.
'Ése era mi objetivo, que se investigue', dijo Isabel López, quien considera que las explicaciones por parte de las autoridades 'tardaron mucho en llegar'.
Después de meses de protestas, reconoció que se siente 'decepcionada', porque sólo pedía 'una explicación' y que se informase a las familias de los dos asesinados de las gestiones que se están haciendo para tratar de identificar y detener a los autores del doble crimen.
Con respecto a la huelga de hambre que tenía pensado iniciar el día 30 junio, Isabel López confirmó que ha quedado aplazada hasta el 1 de septiembre, cuando espera que las autoridades realmente le 'demuestren que están trabajando' en la resolución del caso.
'Quiero que me demuestren que están trabajando, o de lo contrario iniciaré una huelga de hambre con carácter indefinido. No es una amenaza, sólo quiero que se haga algo, porque no queremos pasar por otro año perdido', concluyó Isabel López.
Su hermana, Elena López, que en el momento de su muerte tenía 32 años, y Esteban Carballedo, un joven de 26 años, natural de Pol, que trabajaba como 'reponedor' en el Cash Récord, fueron asesinados por disparos el 30 abril de 1994, después de que cerrase al público la nave de distribución de alimentos ubicada en el polígono lucense de O Ceao.
Aunque la investigación señaló como posibles autores del doble crimen a dos violentos atracadores, que se llevaron un botín de unos cinco millones de pesetas, y de que la policía llegó a barajar el nombre de tres sospechosos, lo cierto es que las pesquisas concluyeron sin resultados positivos.
