Las siete personas juzgadas en A Coruña alegan que el dinero procedía de cupones de la ONCE
Siete acusados por los supuestos delitos de tráfico de drogas e integración en grupo criminal negaron ayer los hechos y varios alegaron que tenían mucho dinero en casa porque habían comprado tres cupones de la ONCE que después resultaron premiados. La sección primera de la Audiencia de A Coruña acogió ayer la primera sesión del juicio contra un varón y seis mujeres que el fiscal vincula con una organización que se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes.
Todos fueron imputados a raíz de dos registros el pasado mes de febrero en la localidad coruñesa de Narón, en el campamento chabolista de Freixeiro, donde había un domicilio con 43.655 euros en más de 2.000 billetes y otro con casi tres kilogramos entre heroína y cocaína, valorados en 263.653,16 euros.
Los cinco primeros acusados son familiares; el principal es marido, hijo, hermano y tío de las cuatro personas que declararon a continuación y que negaron conocer que en el campamento se vendiesen drogas. Tanto el acusado como su esposa han afirmado que no viven en el lugar del registro, pues sólo acuden allí para ver a la madre de él, que guardaba el dinero de tres cupones de la ONCE que habían resultado premiados.
A ella se le incautaron los citados 43.655 euros, de los que había más de 6.000 en el mandil que llevaba puesto, pero también, según manifestó, ignoraba la venta de droga en la zona. El trabajador de la ONCE que había vendido los cupones premiados, un de ellos con 25.000 euros, explicó que en esta familia "tienen suerte" y les vende "todos los días desde hace años".
La única que reconoció parte de los hechos fue la sexta acusada, que al principio se declaró autora, aunque luego rectificó para reconocer que guardó la droga, porque le ofrecieron dinero. Ella vivía en la casa donde había casi tres kilogramos entre cocaína y heroína valorados en 263.653,16 euros y, según su versión, la tenía porque se la dio una persona de origen magrebí que nada tiene que ver con los cinco primeros.
Su hermana, que es la séptima acusada, ha dicho que ambas no tienen relación aunque ahora mismo son sólo ellas dos las que se encuentran en prisión provisional por esta causa. El fiscal considera que cometieron un delito contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes que causan grave daño a la salud de las personas con la modalidad de notoria importancia, y un delito de integración en grupo criminal con la finalidad de cometer delito grave.
Piensa que seis tienen la agravante de reincidencia, según sus calificaciones, y solicita 450.000 euros de multa para cada uno de los siete y entre once y ocho años de prisión para los acusados.
