En un contexto de crisis como el actual llama poderosamente la atención que los altos ejecutivos sigan cobrando sueldos astronómicos y que, en algunos casos, su mala gestión no se penalice en sus retribuciones. El Senado aprobaba la semana pasada un recurso para que las firmas de inversión y las entidades financieras informasen al CNMV y al Banco de España de los ejecutivos que estén por encima del millón de euros.
El senador del PP, Miguel Pérez de Juan, reconoce que este tipo de salarios generan polémica y causan 'al menos éticamente' una desigualdad difícil de comprender. No obstante, cree necesario diferenciar entre los salarios privados, que dependen de los criterios establecidos por los accionistas de dichas empresas, y los salarios públicos, 'para los cuales debe aplicarse los criterios de máxima transparencia y racionalidad que requiere la función pública'. Pérez de Juan hace extensivas estas opiniones en el caso de las entidades que hayan obtenido ayudas públicas por parte del Gobierno.
Por su parte, el diputado del PSOE, Ceferino Díaz, asegura que ese tipo de salarios no son razonables y cree que sólo se podrán corregir a través de una política fiscal que desincentive las rentas de 'escándalo' que cobran algunos. Añade medio en serio medio en broma que 'a verdade é que non sabemos para que se queren por alguns tan altas remuneracións'.
Por su parte, la diputada del BNG, Olaia Fernández afirma que no es razonable que existan salarios por encima del millón de euros, y mucho menos para ejecutivos de las grandes empresas que cotizan en bolsa y de las entidades financieras a los que señala directamente con responsables de la crisis. Considera que no se puede entender que sus ejecutivos se hayan subido el sueldo un 8% en el ejercicio del año 2010.
PONER LÍMITES
Respecto a la posibilidad de poner límites a este tipo de retribuciones, el senador Pérez de Juan cree que deben existir y que se deben establecer en base al rendimiento económico y a otros indicativos de solvencia de la empresa, 'pero no es de recibo percibir salarios astronómicos si la gestión de dicha empresa o entidad no es satisfactoria'. El senador popular considera que tienen que ser los propios accionistas los que se encarguen de adecuar las remuneraciones de los altos directivos de las entidades al rendimiento de su trabajo.
Ceferino Díaz lamenta que no sea fácil poner límites a estas remuneraciones. 'Algunos pensábamos que la publicidad de las remuneraciones podría conducir a una política de moderación, pero parece que se rigen por un código moral diferente al del resto de los mortales'.
Finalmente, Olaia Fernández asegura que no sólo es necesario poner límites a esas retribuciones, sino que también sería necesario hacer reformas fiscales con mayor progresividad a fin de permitir una mejor distribución de la riqueza. Concluye afirmando que este tipo de retribuciones debería estar sometido al control de las autoridades reguladoras o los accionistas.
Por su parte, el diputado del PSOE, Ceferino Díaz, asegura que ese tipo de salarios no son razonables y cree que sólo se podrán corregir a través de una política fiscal que desincentive las rentas de 'escándalo' que cobran algunos. Añade medio en serio medio en broma que 'a verdade é que non sabemos para que se queren por alguns tan altas remuneracións'.
Por su parte, la diputada del BNG, Olaia Fernández afirma que no es razonable que existan salarios por encima del millón de euros, y mucho menos para ejecutivos de las grandes empresas que cotizan en bolsa y de las entidades financieras a los que señala directamente con responsables de la crisis. Considera que no se puede entender que sus ejecutivos se hayan subido el sueldo un 8% en el ejercicio del año 2010.
PONER LÍMITES
Respecto a la posibilidad de poner límites a este tipo de retribuciones, el senador Pérez de Juan cree que deben existir y que se deben establecer en base al rendimiento económico y a otros indicativos de solvencia de la empresa, 'pero no es de recibo percibir salarios astronómicos si la gestión de dicha empresa o entidad no es satisfactoria'. El senador popular considera que tienen que ser los propios accionistas los que se encarguen de adecuar las remuneraciones de los altos directivos de las entidades al rendimiento de su trabajo.
Ceferino Díaz lamenta que no sea fácil poner límites a estas remuneraciones. 'Algunos pensábamos que la publicidad de las remuneraciones podría conducir a una política de moderación, pero parece que se rigen por un código moral diferente al del resto de los mortales'.
Finalmente, Olaia Fernández asegura que no sólo es necesario poner límites a esas retribuciones, sino que también sería necesario hacer reformas fiscales con mayor progresividad a fin de permitir una mejor distribución de la riqueza. Concluye afirmando que este tipo de retribuciones debería estar sometido al control de las autoridades reguladoras o los accionistas.
