Después de las dos reuniones que la Xunta mantuvo el viernes con los sindicatos para anunciarles la rebaja del sueldo de los funcionarios, los representantes de los trabajadores han comenzado a echar sus cuentas. 'Yo no veo la progresividad que dice la Xunta en el recorte y tampoco supieron explicarla', afirma José Francisco Sánchez-Brunete, secretario de acción sindical del CSIF, uno de los representantes de los funcionarios que asistió a la Mesa de Negociación con José María Barreiro, director de Función Pública.
Mientras el presidente de la Xunta,Alberto Núñez Feijóo, y la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, incidieron en que el ajuste será inferior para los que menos cobran y mayor para los salarios más altos con una oscilación entre el 2% y el 6% que da una media total de un 4% para ahorrar 125 millones de euros, las fuerzas sindicales continúan sin entender este argumento y urgen más explicaciones porque 'no se puede acudir a una reunión sin un solo papel o documentación'.
EJEMPLO PRÁCTICO
Y para que quede claro su argumento los representantes de los trabajadores públicos, con callo a la hora de escudriñar los complementos salariales, recurren a un ejemplo práctico. Una jefatura de sección como gestión económica, contratación o nóminas, que es un nivel 25, cargos muy comunes en la Administración autonómica, puede desempeñarlas las categorías A1, A2 y C1 (licenciado, diplomado y bachiller). 'Cada una de estas categorías tiene un sueldo y complementos de destino y trienios distintos', explica Brunete. Así, siguiendo con el mismo ejemplo, 'mientras un A1 recibe un salario de 1.160 euros, un A2 de 985 y un C1 de 734, la cantidad anual que se les recortará a todos serán de 1.740 euros, que es el equivalente a la supresión de dos mensualidades del complemento específico, que asciende a unos 870 euros al mes'.
Si a ello se le suma que tanto los sueldos como el complemento de destino y los trienios, que los fija el Estado, son distintos, 'la proporcionalidad en el recorte no aparece por ninguna parte, sino que es todo lo contrario: en la mayoría de los casos es regresivo', denuncia el representante del CSIF. A los que cobran menos la merma salarial le afectará más en su poder adquisitivo por tener un soldada inferior.
Aunque la Xunta vende la medida esgrimiendo que los funcionarios cobrarán más que en 2012, hecho que es cierto porque el recorte salarial aplicado por el Gobierno central fue de una paga extra, lo que representa un 7%, los empleados públicos gallegos cobrarán menos de lo que percibieron en el 2011 y también menor cantidad de lo que deberían cobrar en 2013 si el Gobierno central no vuelve a recortar la paga extra que, sobre el papel, fue una iniciativa excepcional para el 2012.
En la reunión de la Mesa de Contratación con José María Barreiro, director xeral de Función Pública, a iniciativa del CSIF, las fuerzas sindicales exigieron que en la ley de presupuestos se incorporase una cláusula que anulase el recorte que pretende hacer el Gobierno de Feijóo en caso de que Mariano Rajoy vuelva a tocar la paga extra. José María Barreiro se comprometió a que esa solicitud sería incorporada al texto final.
EJEMPLO PRÁCTICO
Y para que quede claro su argumento los representantes de los trabajadores públicos, con callo a la hora de escudriñar los complementos salariales, recurren a un ejemplo práctico. Una jefatura de sección como gestión económica, contratación o nóminas, que es un nivel 25, cargos muy comunes en la Administración autonómica, puede desempeñarlas las categorías A1, A2 y C1 (licenciado, diplomado y bachiller). 'Cada una de estas categorías tiene un sueldo y complementos de destino y trienios distintos', explica Brunete. Así, siguiendo con el mismo ejemplo, 'mientras un A1 recibe un salario de 1.160 euros, un A2 de 985 y un C1 de 734, la cantidad anual que se les recortará a todos serán de 1.740 euros, que es el equivalente a la supresión de dos mensualidades del complemento específico, que asciende a unos 870 euros al mes'.
Si a ello se le suma que tanto los sueldos como el complemento de destino y los trienios, que los fija el Estado, son distintos, 'la proporcionalidad en el recorte no aparece por ninguna parte, sino que es todo lo contrario: en la mayoría de los casos es regresivo', denuncia el representante del CSIF. A los que cobran menos la merma salarial le afectará más en su poder adquisitivo por tener un soldada inferior.
Aunque la Xunta vende la medida esgrimiendo que los funcionarios cobrarán más que en 2012, hecho que es cierto porque el recorte salarial aplicado por el Gobierno central fue de una paga extra, lo que representa un 7%, los empleados públicos gallegos cobrarán menos de lo que percibieron en el 2011 y también menor cantidad de lo que deberían cobrar en 2013 si el Gobierno central no vuelve a recortar la paga extra que, sobre el papel, fue una iniciativa excepcional para el 2012.
En la reunión de la Mesa de Contratación con José María Barreiro, director xeral de Función Pública, a iniciativa del CSIF, las fuerzas sindicales exigieron que en la ley de presupuestos se incorporase una cláusula que anulase el recorte que pretende hacer el Gobierno de Feijóo en caso de que Mariano Rajoy vuelva a tocar la paga extra. José María Barreiro se comprometió a que esa solicitud sería incorporada al texto final.
