Teresa López: "Los pueblos se han convertido en lugares hostiles para las mujeres"

Teresa López (derecha) acompañada por Carmen Torralba y Ángela Paloma, durante su intervención en el Senado.
photo_camera Teresa López (derecha) acompañada por Carmen Torralba y Ángela Paloma, durante su intervención en el Senado.
Teresa López. presidenta de Fademur, reclama más atención a las mujeress como uno de los primeros pasos para frenar el declive del rural

Teresa López (Cabanas, A Coruña) es ingeniera agrónoma y presidenta de Fademur desde el año 2004. Considera que la falta de servicios y oportunidades laborales se está cebando con las mujeres. Por eso reclama mayor atención a este colectivo como uno de los primeros pasos para frenar el declive del rural. 

¿La situación de las mujeres en Galicia es mejor o peor que en el resto de España?

Creo que tenemos en todo el país una situación muy similar. Tan sólo los municipios que están alrededor de las grandes ciudades están manteniendo núcleos de población, mientras que en el resto se están perdiendo. Y lo que pierden son, sobre todo, mujeres. Es algo que compromete la sostenibilidad del territorio, porque estas ciudades superpobladas generan problemas. Son ilógicas esas concentraciones mientras tenemos una parte enorme del país infrautilizada e infraaprovechada. No nos lo podemos permitir. 

¿Hay futuro para la mujer en el rural?

Los pueblos se han convertido en lugares hostiles para las mujeres. Si queremos que el rural tenga futuro, o es contando con las mujeres, o por el contrario no hay futuro. 

¿Cuáles son las reivindicaciones que plantea Fademur?

Siempre hemos dicho en este debate que los problemas de masculinización, envejecimiento y despoblación son la consecuencia de no atender las necesidades de las mujeres. Por eso creemos que es prioritario generar  oportunidades para las mujeres en el campo. También queremos que lleguen los servicios a todo el territorio porque si no llegan, al final es la mujer la que se hace cargo del cuidado de los mayores, del cuidado de los hijos y de unas obligaciones que frenan sus oportunidades laborales. Al final, muchas mujeres optan por irse a una ciudad porque no les compensa la carga de trabajo que soportan. No es una marcha voluntaria, las estamos obligando.

¿Cómo están incentivando las actividades de emprendimiento en las zonas rurales?

Hemos crado la plataforma Ruraltivity, una red de apoyo al emprendimiento que ha tenido un éxito innegable. Hemos contribuido a la puesta en marcha de 250 proyectos emprendedores, la mitad por  parte de mujeres de menos de 40 años. Además, el 60 por ciento de los proyectos en municipios de menos de 5.000 habitantes que son los que tienen su viabilidad más comprometida. Estamos haciendo una labor de acompañamiento que es lo que más nos demandaban.

¿Existe una vuelta al rural tras la pandemia?

Se habla mucho, pero son movimientos muy limitados. Y son así porque las zonas rurales no tienen servicios para quienes quieren vivir en el campo. La única excepción son aquellos núcleos que por su proximidad con las grandes urbes tienen los servicios básicos cubiertos. 

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