Un testigo protegido, la principal prueba de cargo de las acusaciones, ratificó ayer en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra (con sede en Vigo) la identificación de los acusados de haber propinado una brutal paliza a dos chicos en la madrugada del pasado 30 de enero de 2022 en la calle Hernán Cortés de la ciudad olívica, unos hechos por los que están siendo juzgados dos ourensanos. El Ministerio Fiscal solicita seis años de cárcel para uno de los acusados y cuatro años y nueve meses para el otro.
Gregorio G.R. y Adrián S.H. admitieron que esa noche salieron por Vigo y que consumieron numerosas bebidas alcohólicas porque era el cumpleaños del último. “Fueron diez o quince copas, diez o quince chupitos y cervezas”, aseguró Gregorio. Pero ambos negaron su implicación en peleas o altercados, explicaron a preguntas de sus letrados, los únicos a los que contestaron.
No obstante, la agresión fue grabada en vídeo y se difundió a través de varios medios de comunicación y redes. Así fue como la vio una persona que declaró como testigo protegido por videoconferencia desde la Comisaría de Ourense. Según precisó, los reconoció inmediatamente, aunque no estaba esa madrugada en la calle Hernán Cortés.
Este testigo, cuya declaración solo pudo escucharse con voz distorsionada y sin imagen, explicó que tardó “dos segundos en reconocer a uno y otros dos segundos en reconocer a otro”, y que supo que eran Gregorio y Adrián “por la forma de andar, por la conducta, las entradas en el cabello (de uno de ellos) y por la ropa”.
Con todo, este testigo no contactó con la Policía en ese momento, sino que lo hizo cuando se enteró de que había un vigués detenido por su presunta implicación en esa agresión (que llegó a ingresar en prisión provisional pero que días después quedó libre y sin cargos, al archivarse las actuaciones con respecto a él).
“Yo sabía que el agresor no podía ser esa persona, porque había visto el vídeo”, explicó. Fue en ese momento cuando acudió a la Policía a contar lo que sabía. Este testigo afirmó varias veces que está “seguro al cien por cien” de que los autores de la paliza que se ven en las imágenes son los dos acusados, a quienes conoce “de vista”.
Él mismo aportó a la Policía fotografías sacadas de diversas redes sociales en las que puede verse a ambos procesados con las mismas prendas de ropa que vestían en el momento de la paliza y que se aprecian en el vídeo que visualizó. Asimismo, añadió que buscó también las redes sociales de los propios implicados porque sabía que las tenían, pero que no consiguió encontrar ningún perfil y que cree que ellos mismos “los eliminaron” ante los hechos “muy serios” sucedidos esa noche.
En su declaración, el testigo protegido ha incidido en que no sólo él reconoció a los acusados en las imágenes, sino que “otras personas” también han corroborado su identidad, pero que “no quisieron declarar”. “A día de hoy, en Ourense, todo el mundo sabe que son ellos, y ellos mismos han reconocido ante determinadas personas que han sido ellos”, aseveró.
Por su parte, los procesados han admitido que la madrugada del 30 de enero de 2022 salieron por la ciudad de Vigo y que consumieron “bastante alcohol”. Con todo, ninguno de los dos ha confirmado que hubiera estado con el otro y ambos negaron su implicación en peleas o agresiones.
Gregorio G. se limitó a explicar que trabaja como monitor en un centro deportivo y que practica body combat, una disciplina para mejorar la condición cardiovascular, pero que nada tiene que ver con las artes marciales. Mientras, Adrián S. negó haber dado patadas o puñetazos esa noche. Según dijo, no practica ni “nunca” practicó ningún tipo de arte marcial.
