NAUFRAGIO 'MAR DE MARÍN'

“Todos gritaban: ¡Barco va a fondo! fue terrible"

photo_camera Familiares de víctimas y desaparecidos se trasladaron ayer hasta el puerto de Vigo.

Los supervivientes recuerdan la rapidez con la que el barco fue a pique. 

En cuestión de minutos, los tripulantes del "Mar de Marín" se vieron en una situación que, nunca antes, en años de trayectoria en el mar, habían vivido. Tras la colisión con el mercante, el pesquero se anegó casi de inmediato hundiéndose en el fondo de la ría y sin apenas tiempo de reacción. De las diez personas que se encontraban en el barco, sólo cinco lograron llegar a la balsa donde fueron rescatados. Horas después del accidente, y aún en estado de shock recordaban lo sucedido como uno de los episodios más duros de su vida.

El patrón Francisco Javier Pazo, "O Vasco" estaba descansando en el catre cuando "sentí el topetazo en el suelo y ya estaba todo anegado. Subí para arriba, estábamos todos en el puente y en cuestión de minutos se coló el barco". Según recordaba horas después, tras haber llegado a su domicilio de Marín, "no me dio tiempo a ponerme el chaleco, sólo pude ponerme la mitad. Cuatro compañeros más y yo conseguimos subir a una balsa".

A esa balsa que fue rescatada poco después por Salvamento Marítimo tras lanzar hasta tres bengalas de socorro, también se subieron el cocinero Gumersindo Márquez Aris, el marinero Gonzalo Santiago Torres, el contramaestre Juan Ramón Santiago Torres y el biólogo ferrolano Nicolás Mira. "Estaban todos durmiendo, menos el patrón de costa, Alejandro, cuando se oyó el golpe y se sintió el bandazo, entonces mi padre puso los pies y ya había agua, no había nada que hacer, ni siquiera le dio tiempo a coger el chaleco de dentro, tuvo que coger el de fuera y se lo puso al revés", relataba el hijo de Gumersindo, Sergio quien aseguraba que "fue muy duro", tanto que su padre no tenía fuerzas para hablar de nuevo de lo que había pasado. "Fueron al puente, y aunque intentaron bajar no se podía era imposible. Todos chillaban y gritaban, ¡barco va a fondo¡, mi padre saltó y pudo subir a la barca, pero todavía recuerda al patrón allí en el puente de mando, fue terrible", relata Sergio.

Gumersindo, de 52 años con toda una vida en el mar, desde los 13, y con tradición familiar en la profesión, con un hermano actualmente embarcado, no recuerda una experiencia similar. "Ahora está muy afectado, y le duelen los brazos de nadar hacia la balsa y una rodilla por el golpe. Nuestra familia quiere enviar un mensaje de cariño y de fuerza a los familiares de las víctimas, y un recuerdo muy especial a esos compañeros fallecidos. Ha sido una tragedia".

Entre los cinco supervivientes se encontraba Nicolás Mira, un biólogo de la empresa IPD Servicios, que actuaba como observador pesquero. Tras ser rescatado descansa ya en su domicilio en Ferrol. Una de sus compañeras explicaba que "se encuentra bien, está descansando". El relato que este biólogo realizó de los hechos era similar al del resto. Fue el estruendo del choque lo despertó y todo era agua, pero pudo tirarse al mar y llegar hasta la balsa.

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