ENTREVISTA

Valentín García: "El futuro del gallego está asegurado y será brillante"

Valentin g
photo_camera El secretario general de Política Lingüística, Valentín García.

 El secretario general de Política Lingüística, se muestra muy tajante cuando trata el debate sobre el futuro del idioma gallego

 El secretario general de Política Lingüística, Valentín García, se muestra muy tajante cuando trata el debate sobre el futuro del idioma gallego y, en una entrevista con Efe, garantiza que está "asegurado" y, es más, indica que "será brillante".

- Pregunta: Han pasado cinco años desde su aprobación, pero el Decreto del Plurilingüismo sigue marcando la actualidad. ¿Por qué?

- Respuesta: Pues dentro de una materia tan sensible como es la lengua, movilizó a parte de la sociedad, de la población interesada por los temas lingüísticos y culturales, pero también desde el primer momento ha sido un decreto que dentro de las aulas, que es donde realmente afecta, no tuvo ninguna denuncia, ninguna queja.

Ninguna comunidad educativa se ha manifestado abiertamente contra el decreto. Sí hubo reacciones de colectivos como Queremos Galego, la Real Academia Galega (RAG) o Galicia Bilingüe, por el otro lado.

- P: La Real Academia Galega (RAG) mantiene su insistencia de acudir a los tribunales europeos tras fracasar en otras instancias.

- R: Después del fallo del Tribunal de Justicia de Galicia, que cambió dos apartados de dos artículos, es decir, una cosa pequeña en un decreto de 33 artículos, la RAG decidió recurrir al Supremo, donde pierde totalmente el pleito. La sentencia es categórica a la hora de validar la vigencia del decreto. Y vuelve a perder de nuevo en el Tribunal Constitucional. Por lo que sabemos, están valorando ir a los tribunales europeos, donde creemos que volverá a perder.

Su decisión es legítima, pero pensamos que no es positivo para la lengua porque es un espectáculo que no debería estar dando la RAG ya que la sentencia del Tribunal Supremo es rotunda.

- P: El último informe del Instituto Galego de Estadística revela que solo uno de cada cuatro menores de 15 años habla habitualmente en gallego.

- R: El dato del uso de la lengua en la franja de edad de 5 a 14 años no es bueno, es verdad. El estudio nos dice que tenemos la juventud, en esa franja de edad, más preparada y más capacitada para leer, escribir e incluso hablar el gallego, pero luego tenemos un bajo índice de uso. Antes teníamos una población que usaba mucho el gallego, pero no sabía ni leerlo ni escribirlo, cosa que ahora sí.

- P: ¿A qué se debe este cambio?

- R: Pues influyen varias circunstancias, y la mayoría no son por factores lingüísticos, sino de ámbito social. Por ejemplo, hay que analizar este resultado en un mundo en el que Galicia pasó de ser mayoritariamente rural a ser más urbana y las áreas urbanas siempre fueron más "desgalleguizadas".

También hay que entender que la sociedad cada vez tiende más al plurilingüismo, o por lo menos al bilingüismo.

- P: ¿La situación es preocupante?

- R: El estudio nos dice que cada vez hay más gente que en ciertos entornos habla en una lengua y, en otros ambientes, en otra. Y en este estudio no computan como gallegohablantes. Deberíamos replantearnos, como han hecho otras comunidades, que una persona gallegohablante no es sólo la que habla gallego de la mañana a la noche. Y nosotros lo estamos contabilizando así. Error. En Euskadi o en Cataluña no es así. El futuro del gallego está asegurado.

- P: ¿En las ciudades es, entonces, un problema endémico?

- R: Sí, desde hace muchos años. Eduardo Pondal ya escribió un poema que decía "Miniñas da Cruña, d' amabre despejo, de falas graciosas e pasos ligeiros, deixá de Castilla os duros acentos: falade, miniñas, falade galego".

En Galicia el gallego siempre se identificó con la gente del mar, del agro, de los pueblos, y ahí es donde nuestra lengua tiene su fuerte. En Galicia es más normal que un taxista te hable en gallego y el médico en castellano; en Cataluña, sin embargo, al contrario.

También es cierto que si algo ganó nuestra lengua en los últimos años es prestigio. Hoy es el idioma de la escuela, de la justicia, de internet. Ocupamos el puesto 42 como la lengua más utilizada en Twitter de las 6.000 que hay en el mundo.

- P: Una de sus iniciativas en esta recta final es el Plan de Dinamización de la lengua gallega en el tejido económico 2015-2020.

- R: En efecto. La lengua gallega nunca fue la lengua de los negocios. Ahora ya no sucede tanto. Nuestra idea es tenerlo aprobado entre finales de este año y principios del próximo.

- P: ¿Qué balance hace de su etapa al frente de la secretaría general de Política Lingüística?

- R: La secretaría de Política Lingüística en esta etapa trabajó mucho el ámbito socio-lingüístico. Para conseguir la normalización del gallego con esto no llega, necesitamos llegar al deporte, a la sanidad, a la justicia. Y en eso creo que hay un antes y un después desde la llegada de Anxo Lorenzo -su predecesor- a este cargo.

Por primera vez un sociolingüista llega a la Xunta con responsabilidades porque hasta ese momento el perfil de los secretarios anteriores siempre fue el de gente vinculada a la enseñanza. Con su llegada se pone en marcha la Red de Dinamización Sociolingüística, una acción que permite que entidades de distinta naturaleza -administración local, autonómica o estatal- puedan realizar programas conjuntos. Llegamos a donde antes era impensable.

El gallego llegó tarde a muchas citas históricas, como a la imprenta, la radio o la televisión, pero a internet ha llegado al mismo tiempo que las lenguas más importantes del mundo, y eso quiere decir algo. Por primera vez estamos tratando a las lenguas francas de la humanidad, y esa oportunidad tenemos que aprovecharla. Ahora tenemos un dominio "punto.gal" que hace diez años era inimaginable.

- P: Universo infinito, el de la red de redes.

- R: Por supuesto. El futuro del gallego está asegurado y será un futuro brillante, pero sin olvidarnos de que somos un país pequeño. Galicia no es Alemania ni Francia. Debemos tener esto en cuenta. Hoy el panorama, sin llegar a ser la situación perfecta, ha cambiado. 

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