El fiscal, que pide 20 años para los dos acusados, recuerda que estuvo agonizando 30 minutos

La víctima de Cabral padeció una muerte 'brutal y cobarde'

Los acusados del crimen de Cabral, en la sala de vistas, durante el juicio. (Foto: VICENTE)
La víctima del crimen del barrio vigués de Cabral, perpetrado en agosto de 2010, estuvo 'agonizando' entre 20 y 30 minutos antes de que la 'remataran' con la misma azada con la que la habían dejado semi inconsciente tras recibir el primero de los once golpes que recibió y que le rompieron literalmente el cráneo. Esa es la tesis que defendió ayer el fiscal en la apertura del juicio con tribunal popular contra José Manuel C.B., y José Alejandro G.T., que acoge la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo.
El representante del ministerio público calificó de 'brutal, cobarde y violenta' la forma en que le produjeron la muerte a José G.V., un emigrante retornado pensionista que había dado un préstamo de 3.000 euros a José Manuel C.B., un empresario de la construcción que negó ayer su participación en los hechos. Según el fiscal, que pide 20 años de prisión para cada uno por sendos delitos de asesinato con alevosía, y que la acusación particular eleva a 25 al añadir otro delito de robo con fuerza en vivienda habitada, ambos tramaron el crimen la noche anterior y por la mañana fueron a la casa de la víctima a tantear el terreno.

La excusa fue que querían comprarle unos conejos que tenía el septuagenario, pero en realidad, siempre según la versión del ministerio público, estudiaron dónde perpetrar el crimen y por dónde les resultaría mejor escapar sin ser vistos por los vecinos. Ya por la tarde, regresaron a casa de la víctima, que los invitó a unos vinos y que cuando fue a darle de comer a los conejos fue embestido con una azada que lo cogió por sorpresa y sin la posibilidad de defenderse, como demuestra el hecho de que el cadáver apareció oculto con un puñado de hierba en una mano.

Los acusados, según elfiscal, tuvieron tiempo mientras la víctima 'agonizaba' para rastrear su casa y llevarse unos 500 euros en metálico y un teléfono móvil.

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