LITERATURA

Cela y el cipote eyaculador

cela paz
photo_camera Camilo José Cela.

CJC, el nobel Cela, el personaje, el escritor infinito y provocador, hubiera cumplido 100 años

CJC, el nobel Cela, el personaje, el escritor infinito y provocador, hubiera cumplido 100 años. De las aristas uno se queda con aquellas que le daban un cuerpo único, que sólo a él, se le permitían, Así, la insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona (1977), que reza entre su amplísima bibliografía, que también fue película (1979), en la que él mismo se atreve a recitar sin pestañear ni alumbrar sonrojo, ante la mirada de una circunspecta secretaria, hechos que fueron verídicos y juzgados en la Audiencia de Málaga, que pronunció sentencia el 3 de marzo de 1972.

 La vista en juicio oral tuvo lugar a puerta cerrada. Los protagonistas, una pareja de jóvenes de Antequera, A.A.M, de 24 años, obrero agrícola, y P.B.A. de 18 años, “de oficio sus labores”. La sentencia describe los hechos con esa naturalidad y mirada aséptica de muchos magistrados, “Resultando probado, y así se declara el 31 de octubre de 1971, en el cine Archidona, de la ciudad de Archidona, durante la representación de un espectáculo de cante flamenco, la procesada P.B.A. masturbó a su novio, el procesado A.A.M. teniendo éste el órgano viril fuera del pantalón, lo que motivó que salpicara de semen también a los espectadores R.B.V. y a su esposa M.I.C.R. causando desperfectos en sus ropas, pericialmente valoradas en 3500 ptas. y 1600 ptas. respectivamente; y puesto en conocimiento de la Policía Municipal lo ocurrido, los procesados fueron expulsados del local, con la consiguiente publicidad”.

Todo esto, más allá de la sentencia, que por razones indecorosas y escándalo público condenó a la pareja, queda recogido en el libro como parte de la epistolar mantenida entre el escritor y Alfonso Canales, abogado de Málaga, a quien, conocidos los hechos, le solicitó información en forma de misiva. ¡Bendito -responde Cela- sea Dios todopoderoso, que nos permite la contemporaneidad con estos cipotes preconciliares y sus riadas y aún cataratas fluyentes! ¡Cuán grandes son los países en que los carajos son procesados por causa de siniestros! Por dedicar, el nobel, hasta le hizo un soneto. Era Cela; de la pareja, nada se supo más allá de la gesta.

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