La serie es una producción británica de HTV de 1976, estrenada un año después. Al igual que otras producciones de la época destinada al público infantil y juvenil (“Chocky”, “Dentro del laberinto”…) “Los chicos de Stonehenge” resultaba enigmática y en ocasiones inquietante.
Considerada en su momento como la serie juvenil más terrorífica jamás hecha, esta miniserie de 7 episodios de 20 minutos de duración marcó un pequeño hito en la televisión británica que empezó a elaborar series infantiles de calidad, aunque en ocasiones no fuesen comprendidas por los más pequeños.
La historia nos cuenta la historia de un físico llamado Adam Brake y su hijo Mathew que van a un pueblo que está cerca de Stonehenge. Pronto empezarán a ocurrir cosas extrañas que tendrán que ver con los ritos que realizan algunos de los habitantes del pueblo. Vista hoy en día sorprende por lo complejo y enigmático de su argumento, por lo poco edulcorada que resulta tratándose de una historia para niños.