La desarrolladora The Astronauts sorprende a los fans con “Witchfire”. Este título, que a primera vista puede parecer un juego muy semejante al clásico “Doom”, tiene más de un souls-like de lo que pueda parecer al ver los trailers oficiales. Los chicos de este estudio polaco independiente trabajaron en otras obras como Painkiller o Bulletstorm, por lo que se podría decir que no son novatos en esto de crear videojuegos.
“Witchfire” es un juego que pondrá a prueba hasta a los jugadores más experimentados, que tendrán que sudar la gota gorda para adaptarse a su jugabilidad y al ritmo frenético que marcan los enemigos, siendo esta la única forma posible de avanzar. Como hemos comentado, el título se asemeja mucho a “Doom”, pues su sistema de combate shooter en primera persona, bebe mucho del clásico inmortal. Nuestro personaje, un cazador de brujas, dispone tanto de armamento como de hechizos, además de un pequeño dash y una habilidad de doble salto. Esta gran movilidad nos facilitará los combates, que igualmente son especialmente complicados.
Si vemos el juego desde otro punto de vista, es muy similar a la famosa saga de Fromsoftware, pues entre escenario y escenario acudimos a nuestro “santuario”, donde podremos investigar para adquirir diferentes armas y hechizos, recuperaremos las pociones que nos mantendrán vivos durante el combate y subiremos de nivel. ¿Cómo subimos de nivel? Sencillo, usando Witchfire. ¿De dónde sacamos Witchfire? De matar enemigos, obviamente. Y como ocurre en todo souls-like, la muerte significa perder esta poderosa moneda, a no ser que logremos recuperarla al volver al campo de guerra.
En resumen, este juego es una fusión perfecta entre las mejores cualidades del “Doom” junto con la dureza de los souls-like, dando lugar a un híbrido aterrador. Mis primeros minutos de gameplay acabaron en varias muertes, muchas de ellas tontas y algunas no tanto, pues no todos los enemigos son iguales, y afrontar a un enemigo nuevo sin conocer sus patrones ni sus habilidades puede ser especialmente complicado, sobre todo cuando tu equipo consiste en un revólver.
Tardé un poco en darme cuenta de que el Witchfire perdido se podía recuperar, pues el juego -como la saga souls en general- no es que te explique mucho cómo funciona. A medida que vas subiendo de nivel e investigando nuevas armas y hechizos, los combates se hacen aún más satisfactorios. Cuando das con la forma en la que quieres jugar te especializas y avanzar se vuelve algo más sencillo, pero sin pasarse demasiado.
Desde el santuario acudiremos a las distintas zonas, en las que deberemos acabar con las brujas que se encuentran sembrando el caos. Tras acabar con los campamentos de aldeanos poseídos recibiremos unas mejoras. Estas nuevas capacidades serán eliminadas una vez que cambiemos de zona o nos maten.
“Witchfire” es, en resumen, un juego de lo más recomendado que sorprende muy positivamente, pues no resulta lo que parece a primera vista.
