El "boom" de las bicicletas parece no tener fin. Los centros especializados no dan abasto e incluso comienzan a tener problemas para suministrar nuevos modelos a los clientes que quieren dar un paso adelante en su afición.
Quizá por ese motivo las bicicletas del tipo gravel comienzan a ganar peso dentro de un mercado cada vez más lleno de marcas y diferentes versiones.
En ese sentido, Canyon, una de las referentes en este tipo de bicicletas ha lanzado al mercado la Grizl, que llega para sustituir a la exitosa Grail de 2018.
Este polivalente modelo permite rutas fuera pista, pero también paseos por carretera gracias a su configuración. La Grizl puede montar dos tipos de ruedas y cuenta con puntos de anclaje en el cuadro para incorporar distintos elementos para llevar productos.
Además, tiene varios puntos configurables, todo ello para adaptar su rendimiento a las necesidades del deportista.
La versión más asequible de la Canyon Grizl estará en los 1.999 euros, mientras que las superiores, denominadas CF SLX comenzarán en los 4.449 euros.