Las trampas de arena y los barrancos sustituyeron al intenso frío que castigó a los pilotos en la primera etapa de la prueba.
La Panda Raid sigue quemando etapas en una aventura que combina la parte deportiva con la aventura y con la solidaridad.
Ayer los participantes completaron sin problemas la segunda etapa, marcada por la llegada al desierto y a las primeras trampas de arena.
Atrás queda el frío intenso de la zona del Atlas. Temperaturas de hasta cinco grados bajo cero y nieve durante la mayoría del recorrido.
"Hemos pasado una noche tremenda por el frío que hacía. Hemos dormido en el coche y no ha sido fácil pero la ventura lo merece y tenemos muchas ganas de seguir adelante", decía Jano Fraga.
Ahora el principal handicap es la arena del desierto. Cualquier trampa puede dejar fuera a los participantes pero ayer las dos parejas ourensanas superaron cualquier contratiempo. El desierto de Merzouga castigó a pilotos y coches pero ya piensa en la tercera etapa.
"Etapa 2 finalizada. 410 kilómetros, mucha pista con barrancos y zonas de arena con trampas, muchos equipos enterrados, nosotros hoy -por ayer- por suerte libramos todas las trampas de arena". Ese el mensaje de la pareja que forman Manuel Fernández y Ala Penedo.
Todo ok y a pensar en una tercera jornada muy especial. Es el turno de la solidaridad. Los participantes en la Panda Raid realizarán hoy una entrega de material en la localidad de Errachidia. El verdadero motivo de una aventura que llega ya a su ecuador.
