El mal estado de la calzada por la amenaza de desprendimiento, obligó a cerrar el vial de aceleración
En los puntos trágicos de la red viaria nacional existe una máxima que obliga a la Administración a corregirlos siempre que en ellos se den accidentes de magnitud diferenciada. Sin embargo, en el trayecto entre Albarellos y Guimarei, en la carretera nacional 525 (Benavente-Santiago), la misma en la que aquel viernes feria 3 de julio de 1987 se producía uno de los siniestros de tráfico más graves de la historia reciente de España, la calzada adolece de la necesaria seguridad al presentar serias deficiencias el carril lento de subida en dirección Ourense, una situación que se produce desde hace siete años.
En el kilómetro 174 y siguientes, la mayoría de los usuarios comprobaron como se construyó un carril adicional de aceleración que acabó cediendo por las condiciones orográficas del terreno, abriéndose grandes grietas y obligando a los servicios de mantenimiento a eliminar la circulación por esa vía lenta. El muro de contención levantado en su momento fue incapaz de soportar el peso del asfalto y del tránsito -fundamentalmente pesado- en ese carril de aceleración dentro de la vía que, a su vez, comunica la villa de Verín con el acceso a la A-52, en Cualedro. Las protecciones plásticas para impedir el se convirtieron, tres años atrás, en la decoración perenne del inutilizado carril, que no en pocas ocasiones sufría los envites de la accidentada circulación.
Sin embargo, el Ministerio de Fomento ha decidido poner fin a esa situación. Ayer mismo, uno de los equipos de la empresa concesionaria del mantenimiento comenzaba a colocar las protecciones de hormigón para proteger los trabajos que, según han confirmado desde la mancionada compañía, comenzarán en los próximos días con el levantamiento del asfalto actual (ligeramente desprendido como se aprecia en la imagen) y la oportuna excavación para, definitivamente, dotar a ese peligroso tramo todavía muy transitado del carril de aceleración, que lleva casi cuatro años absolutamente inutilizado.
Son trabajos que deberán ser completados también con la adecuación de las laderas en el carril de descenso dirección Verín de la misma nacional 525, donde se produjo recientemente el desprendimiento de una de las rocas del monte, poco antes del desvío que comunica esa vía con la vieja carretera de acceso a la vecina localidad de Albarellos (Monterrei); sin que en ese momento, afortunadamente, circulara por la vía ningún vehículo.
