El Concello de Laza ultima el acondicionamiento de la rúa Riveira, en Matamá. Concretamente, es un espacio conocido popularmente como "O Calvario" y cuenta con una importante tradición social y religiosa.
Tal y como explicó el regidor local, Ramón Barreal, se trata de una encrucijada de caminos -pasa, además, el de Santiago- que se quiere poner en valor tras esta intervención. "Ahí había una construcción hecha con piedras, un cuadrado de unas dimensiones de dos por dos metros y que, por encima, tenía una cruz de madera", recuerda el regidor. "Los vecinos a esto le llamaban popularmente 'O Calvario'. Esto obedece a una tradición de Semana Santa. Cuando se escenificaban los Vía Crucis o la Pasión de Cristo la gente lo denominaba, entonces, 'facer O Calvario'", añade.
Aunque la tradición "no lo recoge del todo bien", según el regidor, se cuenta que los vecinos bajaban desde la Iglesia, daban una vuelta alrededor de la mencionada cruz, rezaban los misterios y regresaban al templo. "Me contaron que en el Corpus, que en Matamá había costumbre de adornar las calles, tenían una exposición del Santísimo en esa zona, y además se recitaban varias oraciones. Había costumbre de hacer también novenas", explica Barreal.
Piedra del siglo XVII
El Concello de Laza adquirió una vivienda que había en dicha encrucijada, se derribó -estaba en condiciones de total abandono- y, tras barajar varias opciones, se inició una obra para recuperar O Calvario -lo inició el propio Ramón Barreal en su anterior mandato-. "Ahora, cuando volví a la alcaldía, me encontré la obra como la dejé, y fue una de las primeras cosas que nos propusimos recuperar desde el equipo de gobierno", aseguró el alcalde lazano. "Hemos hecho la misma figura que existía antes en el centro. La cruz, en lugar de hacerla en madera y con el objetivo de evitar que se deteriorase con el paso del tiempo, la hemos abordado en piedra", añadió.
Además, para completar esta intervención histórica y de puesta en valor de la tradición local, se ha recuperado una piedra de una de las viviendas que coexistieron en la misma plaza y en la que todavía se puede leer, a día de hoy, "Hízola Tomé Prieto en 1680". La familia que tenía guardada la piedra decidió cedérsela al Concello para que desde allí se encargaran de su correcta conservación. "Le hemos hecho un soporte en acero para que esté en un sitio privilegiado y la hemos puesto en la misma plaza", expuso el regidor de Laza. "También hemos instalado una fuente y seis columnas para hacer una pérgola con una zona de sombra, ya que es lugar de reunión de mayores. Se juntan allí muchas veces para estar charlando, por ello también instalaremos cuatro bancos", añadió. La administración local invertirá unos 15.000 euros en recuperar este espacio y su memoria. "Invertiremos principalmente fondos propios, pero también hemos pedido una ayuda a la Diputación de Ourense que esperamos que nos resuelva favorablemente. Se destinaría en este caso a materiales necesarios. No es una inversión grande, pero sí con valor cultural y para recuperar la memoria del pueblo", dijo Barreal.
