La amenaza de lluvia no impidió la celebración ayer del desfile de Verín, que encabezaron los cigarróns y durante el que se pasearon un buen número de domadores, abejas Maya, blancanieves, Shrek y Fiona, tacatás con niños adultos y pañales, tiosvivos, orcos, caracoles andantes, indios y un sinfín de comparsas amenizadas con el sonido de las charangas.
Minutos antes del desfile, los participantes temían que se echase a llover. Pero no fue así. Verín despidió el Entroido por todo lo alto contando con un público que abarrotó la travesía de la N-525, entre el que se encontraban numerosos vecinos del país vecino de Portugal. Los cigarróns abrieron el recorrido marcando el compás a domadores, abejas Maya, blancanieves, Shrek y Fiona, tacatás con niños adultos y pañales, varios tíosvivos, orcos, caracoles andantes, indios, además de comparsas escenificando juicios rápidos, el radar de Tráfico, el magosto de los castañeiros de Riós y el reparto de vino de la adega tropa do carallo.
También llamó la atención un patinete extralargo, un tanque de guerra da armada galega, un salvamento morítimo (lleno de moros), un barco de romanos, la duquesa de Alba y un torero montando su propio ruedo así como un buen número de espontáneos que dieron rienda suelta a la imaginación y, sobre todo, al buen humor.
Y el desfile se celebró con más ganas que nunca ya que el pasado domingo, debido al mal tiempo, la organización se vio obligada a suspenderlo. Pensábamos que hoy -por ayer- no podría ser pues a escasos kilómetros de Verín llovía a cántaros, pero se produjo el milagro, comentaban satisfecho un grupo de vecinos. Finalizado el desfile, llegó la música y el baile en la Plaza Mayor. Hoy es jornada festiva para el descanso.
También llamó la atención un patinete extralargo, un tanque de guerra da armada galega, un salvamento morítimo (lleno de moros), un barco de romanos, la duquesa de Alba y un torero montando su propio ruedo así como un buen número de espontáneos que dieron rienda suelta a la imaginación y, sobre todo, al buen humor.
Y el desfile se celebró con más ganas que nunca ya que el pasado domingo, debido al mal tiempo, la organización se vio obligada a suspenderlo. Pensábamos que hoy -por ayer- no podría ser pues a escasos kilómetros de Verín llovía a cántaros, pero se produjo el milagro, comentaban satisfecho un grupo de vecinos. Finalizado el desfile, llegó la música y el baile en la Plaza Mayor. Hoy es jornada festiva para el descanso.
