Fomento y la Xunta revisan los recibos del servicio eléctrico de las viviendas para darlos de baja y cortar el suministro
Una nueva familia se sumó a las otras ocho que ocuparon por la fuerza en la madrugada del pasado viernes, 1 de agosto, las viviendas, propiedad del Ministerio de Fomento y de la Consellería de Medio Ambiente, entre las calles San Antón y San Rosendo de Verín.
La familia se instaló en la madrugada de ayer, arropada por los restantes "okupas", que le ayudaron a forzar la puerta y acomodarse en el interior.
Mientras, el Ministerio de Fomento y la Consellería de Medio Ambiente revisaban ayer los recibos de la luz con el objetivo de darlos de baja y cortar el suministro eléctrico a los inmuebles. De hecho, en la tarde del pasado miércoles un técnico de Gas Natural-Fenosa ya inspeccionó el tendido para proceder al corte sin dejar sin suministro al resto de vecinos. Con este ya sería el segundo servicio que pierden los "okupas", dado que el Concello de Verín les cortó el pasado martes el agua potable.
Las nueve familias insistían ayer en no deponer su actitud y permanecer en las casas, justificándose en que llevaban años vacías. "No molestamos a nadie, no dejamos a ninguna persona en la calle para vivir nosotros en los inmuebles", aseguraba el portavoz, M.S.S.
Entre los "okupas" hay 17 niños de entre un mes y los 11 años, la mayoría de ellos escolarizados en los colegios públicos de la villa. También hay una matrimonio con dificultadas para hablar y de oído, que al igual que el resto de familias se afanan estos días en subsanar los desperfectos que presentan las paredes, puertas y ventanas de las viviendas. "Todas las casas están muy deterioradas, llevaban muchos años cerradas", recuerda el portavoz.
Vecina de A Coruña
Los "okupas" son de etnia gitana excepto una mujer, que todos conocen como "la Paya", que asegura haber nacido en A Coruña y defiende con uñas y dientes al colectivo gitano. La mujer llegó a Verín tras, según dice, conocer a su marido a través de internet y formalizar una relación que ya dura 11 años.
La mujer tiene cuatro niños de corta edad y ayer justificaba el asalto a las viviendas "porque no me puedo pasar toda la vida viviendo con mis cuatro hijos en una chabola en los alrededores del Hospital Comarcal", afirma. Recalca que ya fue decenas de veces al Concello a solicitar una vivienda social, "pero nadie hace caso. Estas estaban vacías, nadie las quería y mejor es ocuparlas", añade.
Las familias reconocen las ayudas, sobre todo alimentos no perecederos, que reciben tanto del Concello como de los diferentes colectivos sociales, Cruz Roja, Cáritas y Servicios Sociales, pero aclaran que tiene muchos niños pequeños, "hay que comer tres veces al día y una caja de leche cada seis meses no llega a nada", afirmaba ayer "la Paya". Los "okupas" se dedican a recoger chatarra y a la venta ambulante.
