El proyecto lleva dos meses de demora, lo que obliga a reabrir en Entroido las instalaciones actuales
La apertura del castillo de Monterrei como parador de turismo no será posible a principios del próximo mes, tal y como tenía previsto la Axencia Galega do Turismo, para acoger a los visitantes que acudan al Entroido de Verín.
Las obras de rehabilitación de la fortaleza llevan retraso y, según la titular de Turismo, Nava Castro, no permiten abrir el negocio hostelero al menos hasta la Semana Santa, que comienza el 29 de marzo.
Los trabajos afectan en la actualidad a la Torre de las Damas, en la que están siendo construidos un mirador (igual que el que ya hay en la Torre del Homenaje) y una jardín con plantas aromáticas.
El retraso que lleva el proyecto, adjudicado con una partida 2,5 millones de euros, obligó a la Red de Paradores a echar mano de su viejo negocio en la zona para que pernocten los visitantes que acudan al Entroido. Es más, la apertura ya tiene fecha, el próximo día 7 de febrero con motivo del "Xoves de Compadres", la primera cita de la fiesta en Verín. Este negocio cerró por temporada baja el pasado mes de noviembre y entonces los 13 trabajadores y la propia empresa trabajaban con la hipótesis de que el cierre era definitivo ante el inminente traslado del negocio a una parte del castillo. Nava Castro achaca el retraso a las inclemencias meteorológicas que obligaron a parar durante días algunas de las actuaciones programadas.
La empresa mantiene acordonada la fortaleza para impedir el acceso de los visitantes y vecinos al interior. Varios carteles prohiben transitar por la zona lo que impide conocer si ya fueron habilitadas las distintas habitaciones de la futura hospedería, así como la cocina, restaurante, cafetería y resto de dependencias.
Lo único que se puede apreciar desde el exterior, y como novedad dentro de la acrópolis, es una terraza construida en el Palacio dos Condes desde la que se divisa todo el valle del río Búbal y la localidad de Pazos.
En el Concello de Monterrei aseguran que los trabajos que se están realizando son "respetuosos" con el conjunto artístico. El alcalde, José Luis Suárez Conde, apoya la apertura del negocio hotelero al entender que permitirá mantener en buen estado de conservación todo el castillo, sin temor que se derrumbe como venían sucediendo durante estos años.
