Ricardo Fiestras Gil, juez del Juzgado de Instancia e Instrucción número 1 de Verín (que llevó la Operación Rojas), dice que Verín es un partido judicial complicado, sobre todo por delitos de violencia doméstica y tráfico de drogas.
Ricardo Fiestas Gil es el juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Verín (que asume competencias civiles y penales). Natural de Soutelo de Montes, localidad situada en el límite de Carballiño y Pontevedra, ejerce en este municipio desde hace dos años y medio (Previamente, estuvo en Oviedo).
Ricardo Fiestas Gil es el juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Verín (que asume competencias civiles y penales). Natural de Soutelo de Montes, localidad situada en el límite de Carballiño y Pontevedra, ejerce en este municipio desde hace dos años y medio (Previamente, estuvo en Oviedo).
Afirma que, en este tiempo, de los casos que ha instruido el que más le sorprendió fue la operación Rojas, que está considerada como la más importante de los últimos tiempos en la provincia de Ourense porque fueron incautados cinco kilos de cocaína en estado puro.
¿Cree que hay delincuencia en la comarca de Verín?
El partido judicial de Verín es complicado, registra actividad. Hay bastantes delitos, un buen porcentaje de violencia doméstica y de género. Pero también por tráfico de drogas. La proximidad con Portugal, el elevado número de clubes de alterne y la inmigración influyen en este nivel delictivo. No obstante, no es una delincuencia grave, es decir, no existen bandas organizadas como, por ejemplo, en Cataluña y Valencia.
De los casos que ha llevado, ¿cuál es el que más le ha sorprendido?
La operación Rojas (en noviembre del 2006), en la que hubo 19 imputados. Que se incautasen hasta cinco kilos de cocaína en estado puro me parece una barbaridad. Y tengo que destacar el buen hacer de la Policía Judicial, de toda la investigación, que realizó una operación excelente.
Usted dictó prisión provisional para siete de los 19 imputados, ¿fue una decisión difícil o complicada?
Dicté prisión provisional para siete personas de las que tres siguen estando en la cárcel, concretamente el matrimonio al que se le incautaron los cinco kilos y la persona que hacía de correo. Fue complejo tomar la decisión porque en el caso del matrimonio había niños pequeños de por medio que se quedaban sin sus dos padres. Realmente, fue delicado. Pero cuando se es juez, hay que tomar las decisiones adecuadas a la ley, no se puede hacer otra cosa. Durante la operación hubo hasta 15 teléfonos intervenidos. A mí me gustaría destacar la cooperación con la Guardia Civil y los cuerpos policiales de Verín, que es buenísima, en grado superlativo, porque se trabaja muy bien con ellos.
¿Cuántas personas ha enviado a prisión en los últimos meses?
En este momento, están en prisión preventiva los tres citados de la operación Rojas, un ciu dadano portugués por una violación de una mujer cometida hace unos meses que, por cierto, posiblemente tendrá una sentencia firme ya que se cotejaron las pruebas de los restos de semen con el ADN y dieron positivo; dos vecinos por tráfico de drogas, y uno por malos tratos. En total, son siete en prisión preventiva.
También instruyó la operación antidroga Vértice, en el 2005, donde hubo siete detenidos...
Sí. Fue trasladada al Juzado número dos de Verín, pero coin cidió que cuando estalló yo estaba de guardia.
Mañana, sábado, participa en unas jornadas sobre violencia de género e inmigración en el Hospital de Verín, ¿hay muchos casos?
Sí. Curiosamente, los ciudadanos de Portugal son los que más guerra dan por violencia de género. No sé si porque tienen unas costumbres distintas u otra razón. También son los que acaparan los asuntos por pistolas,pues se mueven por Verín con armas como si viniesen del Oeste. En cuanto a la violencia de género, a veces responde a las clásicas discusiones que acaban en agresiones mutuas, entre las dos partes, y otras son graves, dictando la prisión preventiva para el maltratador. Lo cierto es que este tipo de casos son abundantes y dan trabajo.
¿Qué le parece la nueva Ley e Violencia de Género?
Con la nueva ley, al maltratador se le procesa siempre por delito, aunque sea por una pelea o amenazas, excepto sin son insultos, que sería una falta. Y endurece los castigos. Ha sido criticada por ser desigual con respecto al artículo 14 de la Constitución, que afecta a la igualdad de género, pero la propia ley lo que trata es de garantizar la seguridad de las mujeres que están siendo maltratadas, con riesgo de muerte por sus maridos o parejas. Para mí es una ley muy bien fundamentada.
¿Las mujeres siguen retirando las denuncias por malos tratos?
Prácticamente el 90 por ciento de las que denuncian. A nosotros nos deja desarmados. Cuando hay un detenido, tras tomarle declaración, lo mínimo que se dicta es una orden de alejamiento o, si procede, prisión provisional. Sin embargo, es muy frecuente que, unos días después, venga la pareja de la mano diciendo que quiere cancelar la denuncia. Y cuando pasa un tiempo, se repite el maltrato. En ocasiones, observas que es una situación peligrosa para la mujer y te quedas sin poder hacer nada. No obstante, creo que los casos graves de violencia de género no son denunciados. Los malos tratos siempre son reincidentes, eso de perdona que no vuelvo a hacerlo más, no se cumple.
De Oviedo a Verín, ¿cuál es su experiencia en el municipio?
Estoy encantado. El Juzgado número uno va al día. En los dos años y medio que llevo aquí nunca ha habido una baja de los funcionarios. Además, con el Juzgado número dos hay muy buena relación y colaboración así como con las fuerzas de seguridad.
¿Cree que hay delincuencia en la comarca de Verín?
El partido judicial de Verín es complicado, registra actividad. Hay bastantes delitos, un buen porcentaje de violencia doméstica y de género. Pero también por tráfico de drogas. La proximidad con Portugal, el elevado número de clubes de alterne y la inmigración influyen en este nivel delictivo. No obstante, no es una delincuencia grave, es decir, no existen bandas organizadas como, por ejemplo, en Cataluña y Valencia.
De los casos que ha llevado, ¿cuál es el que más le ha sorprendido?
La operación Rojas (en noviembre del 2006), en la que hubo 19 imputados. Que se incautasen hasta cinco kilos de cocaína en estado puro me parece una barbaridad. Y tengo que destacar el buen hacer de la Policía Judicial, de toda la investigación, que realizó una operación excelente.
Usted dictó prisión provisional para siete de los 19 imputados, ¿fue una decisión difícil o complicada?
Dicté prisión provisional para siete personas de las que tres siguen estando en la cárcel, concretamente el matrimonio al que se le incautaron los cinco kilos y la persona que hacía de correo. Fue complejo tomar la decisión porque en el caso del matrimonio había niños pequeños de por medio que se quedaban sin sus dos padres. Realmente, fue delicado. Pero cuando se es juez, hay que tomar las decisiones adecuadas a la ley, no se puede hacer otra cosa. Durante la operación hubo hasta 15 teléfonos intervenidos. A mí me gustaría destacar la cooperación con la Guardia Civil y los cuerpos policiales de Verín, que es buenísima, en grado superlativo, porque se trabaja muy bien con ellos.
¿Cuántas personas ha enviado a prisión en los últimos meses?
En este momento, están en prisión preventiva los tres citados de la operación Rojas, un ciu dadano portugués por una violación de una mujer cometida hace unos meses que, por cierto, posiblemente tendrá una sentencia firme ya que se cotejaron las pruebas de los restos de semen con el ADN y dieron positivo; dos vecinos por tráfico de drogas, y uno por malos tratos. En total, son siete en prisión preventiva.
También instruyó la operación antidroga Vértice, en el 2005, donde hubo siete detenidos...
Sí. Fue trasladada al Juzado número dos de Verín, pero coin cidió que cuando estalló yo estaba de guardia.
Mañana, sábado, participa en unas jornadas sobre violencia de género e inmigración en el Hospital de Verín, ¿hay muchos casos?
Sí. Curiosamente, los ciudadanos de Portugal son los que más guerra dan por violencia de género. No sé si porque tienen unas costumbres distintas u otra razón. También son los que acaparan los asuntos por pistolas,pues se mueven por Verín con armas como si viniesen del Oeste. En cuanto a la violencia de género, a veces responde a las clásicas discusiones que acaban en agresiones mutuas, entre las dos partes, y otras son graves, dictando la prisión preventiva para el maltratador. Lo cierto es que este tipo de casos son abundantes y dan trabajo.
¿Qué le parece la nueva Ley e Violencia de Género?
Con la nueva ley, al maltratador se le procesa siempre por delito, aunque sea por una pelea o amenazas, excepto sin son insultos, que sería una falta. Y endurece los castigos. Ha sido criticada por ser desigual con respecto al artículo 14 de la Constitución, que afecta a la igualdad de género, pero la propia ley lo que trata es de garantizar la seguridad de las mujeres que están siendo maltratadas, con riesgo de muerte por sus maridos o parejas. Para mí es una ley muy bien fundamentada.
¿Las mujeres siguen retirando las denuncias por malos tratos?
Prácticamente el 90 por ciento de las que denuncian. A nosotros nos deja desarmados. Cuando hay un detenido, tras tomarle declaración, lo mínimo que se dicta es una orden de alejamiento o, si procede, prisión provisional. Sin embargo, es muy frecuente que, unos días después, venga la pareja de la mano diciendo que quiere cancelar la denuncia. Y cuando pasa un tiempo, se repite el maltrato. En ocasiones, observas que es una situación peligrosa para la mujer y te quedas sin poder hacer nada. No obstante, creo que los casos graves de violencia de género no son denunciados. Los malos tratos siempre son reincidentes, eso de perdona que no vuelvo a hacerlo más, no se cumple.
De Oviedo a Verín, ¿cuál es su experiencia en el municipio?
Estoy encantado. El Juzgado número uno va al día. En los dos años y medio que llevo aquí nunca ha habido una baja de los funcionarios. Además, con el Juzgado número dos hay muy buena relación y colaboración así como con las fuerzas de seguridad.
