“Xa podo morrer tranquilo”. Eso fue lo que le dijo un octogenario a Ana Villarino, la alcaldesa de Oímbra, tras ver la nueva imagen de Santa Ana. Y es que ayer, los vecinos de Oímbra, de toda la comarca e incluso de Portugal, vivieron el 26 de julio más especial: el resurgir de la capilla y su santa tras el incendio que devastó el lugar el pasado 14 de agosto. Ese día, Villarino aseguró que la capilla se reconstruiría para la próxima celebración. Y así fue.
La regidora municipal, que acudió como cada año en procesión hasta la capilla también en calidad de vecina de Oímbra y devota de Santa Ana, recordó lo ocurrido al inicio de la misa en el exterior de la capilla, donde se congregaban unas 400 personas, emocionadas e ilusionadas. “Ser de Oímbra leva implícitas moitas cousas e unha delas é ser devota da Santaniña, cando se converteu en cinsa souben que tiñamos que reconstruíla, pola identidade do noso pobo”, dijo, para dar paso al obispo Leonardo Lemos, quien ofició los actos litúrgicos y bendijo la capilla y la santa para su nueva vida.
A la cita también acudió Gabriel Alén, delegado territorial de la Xunta en Ourense, quien pudo comprobar con sus propios ojos la devoción y pasión que sienten los vecinos por la Santa Ana: “A verdade é que é un orgullo ver a todos os fieis que hai aquí, podemos percibir a grandeza desta romaría e desta capela, que hoxe está en pé grazas a rápida actuación do Concello, que a través do financiamento da Xunta de Galicia se rehabilitou, polo que a súa inauguración é motivo de festa e felicitacións”, anotó.
Y es que la “Santaniña”, como dicen en Oímbra, “é algo que vai de xeración en xeración, décadas de tradición, é un orgullo que volva a brillar”, comentaban unas vecinas de A Granxa y As Chas. Incluso para los vecinos portugueses, quienes también marcan el 26 de julio en sus calendarios. “Somos pobos irmáns, é un pracer estar aquí e ver a capela en pé de novo”, dijo Silvino Borxas, vecino de Vilarello.
Todos quisieron conocer la nueva imagen de la Santa, que tan solo conserva la corona de la anterior. “A nova imaxe é dunha soa peza, feita polo noso veciño Antonio Pardo e polo verinés Gerardo Fernández, non é unha réplica da anterior, é unha nova, e dende xa é a nosa Santaniña” destacaba Ana Villarino. Y no importa que sea nueva y diferente, porque como dijo el párroco de Oímbra, Omar Aquiles, “aunque fuera de plástico, la devoción que sienten sería la misma, es enorme”.
Cierto es, en el ambiente se percibía esa pasión, cariño y sensibilidad con Santa Ana, su “faro”, como dijo la alcaldesa. A la capilla la subieron los vecinos en procesión desde Oímbra -unos 4 kilómetros-, para después llevarla hasta su crucero y dar por inaugurada esta nueva etapa. La cita festiva continuó por la tarde con música de la mano de la charanga Los Támega y la discomóvil A Gramola.
