El éxito de participación en los dos primeros días hacen presagiar que la clausura de esta primera edición sea también un ir y venir de asistentes en la plaza de la Merced de la villa
"¿Por qué no?" Es la respuesta a la pregunta de si los verinenses podrán contar con la segunda edición de la fiesta medieval y de la cerveza artesana el próximo año, que ofrece, satisfecha de la acogida del público, Emilia Somoza, responsable del área de Festejos y pese a que por la noche, un apagón dejó sin luz durante 15 minutos a la mayoría de las casetas.
El éxito de participación en los dos primeros días hacen presagiar que la clausura de esta primera edición sea también un ir y venir de asistentes en la plaza de la Merced de la villa, en la que figuran instalados una veintena de puestos de artesanía, una carpa con los ocho maestros cerveceros participantes y otra en la que se pueden degustar los principales
platos de la comida tradicional gallega, que ha sido también otro de los reclamos de esta celebración.
Al cierre de esta edición, el presidente de la asociación para la divulgación de la cultura de la cerveza artesana, Pablo Casanova, ofrecía un dato esclarecedor de la acogida por parte del público, superando los siete mil vasos vendidos en los dos primeros días, lo que sitúa el número de degustaciones de cerveza por encima de las diez mil, tan sólo en viernes y sábado. Casanova se mostraba "absolutamente feliz y satisfecho por esta gran acogida".
