MONTERREI

Veinte pueblos reforestan 6.000 hectáreas ardidas

Los comuneros plantaron castaños y pinos y certifican los trabajos estos días frente a Medio Rural

Veinte asociaciones de montes de los municipios de Monterrei, Verín, Cualedro, Laza, Vilardevós, Oímbra, A Gudiña y A Mezquita tramitan estos días documentación ante Medio Rural para recibir las correspondientes subvenciones por reforestar monte afectado por los incendios de los últimos años.

Los comuneros plantaron mayoritariamente pinos, pero también castaños, robles y cerezos. Los trabajos los realizaron en colaboración con los distintos Concellos, que fueron los encargados de certificar ante Medio Rural que el monte recuperado había sido pasto de las llamas.

Las 20 asociaciones de comuneros reforestaron un total, según los datos facilitados por los concellos, de 6.000 hectáreas de monte, que previamente ha sido roturado y acondicionado -se desbrozó la maleza- para impedir que resulten afectadas por un nuevo fuego. "A lo mejor pronto volvemos a registrar un incendio, pero por lo menos durante la plantación se generaron puesto de trabajo. Lo que no podemos hacer es dejar el terreno como estaba, abandonado', afirmó el presidente de los comuneros de Monterrei, Antonio Atanes, recalcando que en su caso fueron repobladas más de 300 hectáreas de monte. "Plantamos pinos. Antes había monte bajo y ardía todos los veranos", añadió el comunero.

El mismo problema lo tenía Juan José Fernández, de Vilardevós, que repobló más de 400 hectáreas de monte con pinos "con el objetivo de que en un futuro podamos vender la madera", apuntó.

Los municipios en que se llevaron a cabo las repoblaciones fueron unos de los más castigados por los incendios durante el pasado verano, que llevaron a los grupos de gobierno de Cualedro y Monterrei a solicitar compensaciones de las administraciones central y autonómica.

Los alcalde de ambos municipios, Luciano Rivero y José Luis Suárez Conde, respectivamente, reconocen que de momento aún no recibieron ningún tipo de compensación económica, ni tan siquiera para reparar las infraestructuras -muros, alcantarillas, captaciones de agua y carreteras- que fueron dañadas por los efectivos de extinción durante las labores de extinción. En el caso del Concello de Monterrei, la factura asciende a los 30.000 euros.

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