El Concello de Verín está trabajando en la elaboración de un censo de casas en estado semirruinoso dentro de la villa, una iniciativa que anunciaba el alcalde 'popular', Juan Manuel Jiménez Morán, este mes de junio.
La caída de una cornisa de un inmueble a la vía pública hace escasamente dos semanas puso sobre el tapete el problema de varios edificios abandonados o que se encuentran en mal estado dentro del casco urbano de la villa o en los pueblos de los alrededores y que resultan un peligro potencial para los transeuntes.
Un equipo formado por arquitectos y técnicos municipales se está encargando de elaborar este censo 'para saber qué edificios de nuestro parque de viviendas necesitan alguna actuación' para evitar posibles accidentes, explica el regidor verinense.
Una vez cerrado este catálogo de viviendas, 'requeriremos a los propietarios para que arreglen esas casas o, en caso de ruina inminente, procederemos desde el Concello a su derribo, pasándole después el coste de la actuación al propietario correspondiente', señala Jiménez Morán.
Una de las dificultades con que se puede encontrar el Concello verinense a la hora de hacer efectiva esta 'limpieza' del parque de viviendas de la villa estriba en la localización de los propietarios de los inmuebles afectados, algunos de los cuales viven fuera de Verín e incluso en el extranjero o pueden haber fallecido.
DIFICULTADES
Los datos que arroja el catastro sobre los dueños de estos edificios, muchos de ellos de varias decenas de años de antigüedad, se refieren en un elevado porcentaje de los casos a personas fallecidas, y cuyos herederos, responsables de los correspondientes inmuebles, viven en otros puntos de Galicia, distintas provincias repartidas por la geografía española o incluso en el extranjero, lo que hace especialmente difícil su localización a la hora de pedir responsabilidades o pasar el recibo correspondiente al derribo si lo hubiera.
El Concello se encuentra en este momento en el primer escalón de su 'plan renove' para el parque de viviendas municipal, en el que pretende tener un estudio exhaustivo de la situación de los inmuebles más deteriorados, la mayor parte de los cuales están situados fuera del casco urbano de la villa, en los núcleos rurales del término municipal.
Según un cálculo inicial, a la espera de que se cierre este catálogo elaborado por el Concello, el número de casas que pueden estar en estado ruinoso o semiruinoso dentro del término municipal podría alcanzar hasta las 200, en distintos grados de deterioro.
Un equipo formado por arquitectos y técnicos municipales se está encargando de elaborar este censo 'para saber qué edificios de nuestro parque de viviendas necesitan alguna actuación' para evitar posibles accidentes, explica el regidor verinense.
Una vez cerrado este catálogo de viviendas, 'requeriremos a los propietarios para que arreglen esas casas o, en caso de ruina inminente, procederemos desde el Concello a su derribo, pasándole después el coste de la actuación al propietario correspondiente', señala Jiménez Morán.
Una de las dificultades con que se puede encontrar el Concello verinense a la hora de hacer efectiva esta 'limpieza' del parque de viviendas de la villa estriba en la localización de los propietarios de los inmuebles afectados, algunos de los cuales viven fuera de Verín e incluso en el extranjero o pueden haber fallecido.
DIFICULTADES
Los datos que arroja el catastro sobre los dueños de estos edificios, muchos de ellos de varias decenas de años de antigüedad, se refieren en un elevado porcentaje de los casos a personas fallecidas, y cuyos herederos, responsables de los correspondientes inmuebles, viven en otros puntos de Galicia, distintas provincias repartidas por la geografía española o incluso en el extranjero, lo que hace especialmente difícil su localización a la hora de pedir responsabilidades o pasar el recibo correspondiente al derribo si lo hubiera.
El Concello se encuentra en este momento en el primer escalón de su 'plan renove' para el parque de viviendas municipal, en el que pretende tener un estudio exhaustivo de la situación de los inmuebles más deteriorados, la mayor parte de los cuales están situados fuera del casco urbano de la villa, en los núcleos rurales del término municipal.
Según un cálculo inicial, a la espera de que se cierre este catálogo elaborado por el Concello, el número de casas que pueden estar en estado ruinoso o semiruinoso dentro del término municipal podría alcanzar hasta las 200, en distintos grados de deterioro.
