El homenaje oficial ignoróla polemica por la construcción de una mezquita junto a la zona Cero

El aniversario del 11-S salvó la amenaza contra el Corán

El sonido de las trompetas de los cuerpos de policía y bomberos de Nueva York, y del departamento policial de la Autoridad Portuaria puso fin al acto que, como cada año, se celebra junto a la zona cero del distrito neoyorquino Manhattan, donde hace nueve años fallecían más de 2.700 personas en el ataque terrorista contra las Torres Gemelas.
'Ninguna otra tragedia pública ha rasgado nuestra ciudad de una forma tan profunda. Ningún otro lugar está tan lleno de compasión, amor y solidaridad', dijo el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.

Nueva York es cada año el escenario del acto conmemorativo oficial del 11-S más importante del país y en esta ocasión también ha sido la ciudad donde los ánimos están más encendidos. Sin embargo, los participantes coincidieron en no hacer juicios de valor respecto a la polémica surgida a raíz del proyecto de construcción de un centro comunitario islámico a tan solo dos manzanas de la zona cero, para así mostrar el máximo respeto a las víctimas.


RECUERDOS

Miles de familiares de las víctimas acudieron a la zona cero para leer los nombres de los 2.752 fallecidos, como se hace cada año de forma siempre emotiva. También depositaron flores y recuerdos personales sobre el agua de un estanque artificial habilitado en una zona en la que, por primer año, se empiezan a notar los avances de la reconstrucción del World Trade Center.

El gobernador de Nueva York, David Paterson, aseguró que 'los ataques pretendían hacer que nos cuestionáramos lo acertado de nuestra sociedad libre'. 'Pero de lo que los terroristas no se dieron cuenta entonces, y nunca entenderán -prosiguió-, es que nuestras leyes son más fuertes que nuestros miedos, y que estos nunca alterarán nuestras leyes'.

Como cada año, la ceremonia se inició con sendos minutos de silencio coincidiendo con los momentos en que cada avión comercial se estrelló contra las Torres Gemelas.

Durante toda la mañana por Manhattan se podían oír las campañas que iglesias y otros centros de culto hicieron sonar en memoria de las víctimas.

La lectura de la relación de víctimas, que se prolongó durante más de tres horas, se interrumpió también con dos minutos de silencio para marcar los momentos en que se derrumbaron las torres.

La solemnidad y cohesión características ya de este acto se vieron este año teñidas de múltiples manifestaciones en pro y en contra del polémico proyecto de levantar un centro comunitario islámico a dos manzanas de la zona cero. Además, el pastor Terry Jones, que había amenazado con quemar ejemplares del Corán, visitó ciudad con la intención de disuadir al responsable del proyecto de que su ubicación se mantenga tan próxima a la zona cero.

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