El Gobierno no logra silenciar la protesta de los Hermanos Musulmanes, que nombraron un nuevo guía

Las autoridades descabezan la cúpula islamista en Egipto

El líder supremo de los islamistas Mohamed Badía, en la imagen difundida tras su captura
Las autoridades interinas egipcias descabezaron ayer a los Hermanos Musulmanes con la detención de su líder supremo, Mohamed Badía, lo que se une al arresto de gran parte de la cúpula islamista en los últimos días. En su mayor golpe contra la dirección de la Hermandad desde el militar que depuso a Mohamed Mursi el pasado 3 de julio, unidades de la Seguridad Central y miembros de las fuerzas especiales arrestaron al guía espiritual en el distrito cairota de Ciudad Naser. Sin embargo,los islamistas ya nombraron ayer mismo a un nuevo líder, Mahmud Ezat.
Badía se encontraba junto a otro cargo de la cofradía, Talat Yusef, en un apartamento próximo a la plaza de Rabea al Adauiya, donde los islamistas mantuvieron su principal acampada de protesta hasta su sangriento desmantelamiento el pasado miércoles. La mezquita de esta plaza fue supuestamente su escondite, después de que la fiscalía ordenara su arresto el 10 de julio por incitar a la violencia y la muerte de manifestantes.

Con aspecto agotado y vestido con una 'galabiya' (túnica) blanca. Así mostraron a Badía las imágenes difundidas por la televisión oficial sobre la captura. Poco después, la Fiscalía ordenó la prisión preventiva por quince días del líder de la Hermandad, que fue trasladado a la cárcel de Tora, en el sur de El Cairo. El detenido fue llevado a la misma prisión en la que se encuentra arrestado el expresidente Hosni Mubarak.

El inicio del juicio contra Badía por incitar a la muerte de manifestantes frente a la sede de los Hermanos Musulmanes a finales de junio ya había sido fijado para el próximo 25 de agosto, en un proceso en el que afrontan los mismos cargos Shater y otros cuatro responsables de la Hermandad.


LÍDER SUPREMO

Los detractores de la Hermandad denunciaron sin descanso que el 'murshid' (Badía) era quien dictaba la política de Egipto durante el mandato de Mursi, por lo que en las protestas predominaban los lema de 'Abajo el gobierno del 'murshid''.

Sobre Badía pesan varias órdenes de detención por su supuesta implicación en los disturbios ocurridos en Egipto en los últimos dos meses, entre ellos los enfrentamientos a principios de julio junto al cuartel de la Guardia Republicana en los que murieron 51 personas, la mayoría islamistas.

Tras conocer la detención de Badía los Hermanos Musulmanes aseguraron que ésta no perjudicará a su unidad ni les distraerá en su lucha contra 'el golpe de Estado y el gobierno militar' y nombraron a Mahmud Ezat como nuevo guía espiritual, aunque de manera provisional.

La Hermandad proclamó que, 'si hacen desaparecer al guía (Badía), el pueblo continuará su 'yihad' (guerra santa) pacífica hasta recuperar todos sus derechos'. 'La revolución no morirá, el golpe (de Estado) es terrorismo y nuestro pacifismo es más fuerte que las balas', señaló el portavoz de la organización islamista, Ahmed Aref.

Según los hermanos islamistas la detención de su líder supremo no obedece a motivos 'políticos o partidistas' sino que se enmarca en un 'complot' orquestado desde que el presidente Hosni Mubarak fue derrocado en febrero de 2011.

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