El ex primer ministro de la República Italiana y líder del partido Forza Italia, Silvio Berlusconi ha sido diagnosticado con leucemia, y ha comenzado en las últimas horas su tratamiento de quimioterapia, según publican hoy varios medios italianos.
El exmandatario, que se encuentra ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital San Rafael de Milán desde este miércoles, se encuentra en estado "estable" según ha informado la agencia italiana ANSA.
Por el momento no ha habido confirmación oficial ni desmentido sobre la dolencia que padece el veterano político transalpino, ni por parte de su familia, ni en medios hospitalarios ni políticos. El ministro de Exteriores italiano, Paolo Barelli, ha preferido "no entrar en detalles específicos" al ser cuestionado, y se ha limitado a informar de que el ex primer ministro sufre una infección "de algo que ya tenía".
Según la prensa italiana, por el momento la familia no ha querido difundir un parte médico, mientras que algunos medios del país aseguran que a Berlusconi se le diagnosticó una forma de leucemia lo que le ha provocado una neumonía y que por ello ya había sido ya ingresado cuatro días y fue dado de alta el 30 de marzo.
El hermano del magnate, Paolo Berlusconi, regresó en la mañana de hoy de nuevo a San Rafael, al igual que sus hijos Marina y Luigi, mientras que su pareja, la diputada de Forza Italia Marta Fascina, ha permanecido en el hospital durante la noche.
Durante la mañana de este jueves, el político y fundador del imperio Fininvest llamó por teléfono al coordinador nacional de la formación, Antonio Tajani, al portavoz del grupo en la Cámara, Paolo Barelli, y a otros dirigentes del partido para pedirles "el máximo compromiso" porque "el país nos necesita".
"El líder de Forza Italia está despierto y ha transcurrido una noche tranquila", explicó a los medios Tajani.
Problemas de salud
Berlusconi, cuya formación forma parte actualmente de la coalición gobernante que lidera la ultraderechista Giorgia Meloni, tiene implantado un marcapasos desde el 2006 y arrastra problemas de salud.
El líder italiano, de 86 años, fue ingresado en 2020 con coronavirus y una neumonía bilateral en el San Rafael, si bien fue dado de alta unos días después, aunque desde entonces ha pasado en repetidas ocasiones por el hospital.
La última, también en el hospital San Rafael, fue en enero de 2022 por una infección de las vías urinarias.
