APICULTURA

Apicultores de Boborás hacen cremas y bálsamos con miel

Las colmenas están en los montes de Cameixa, en Boborás.
photo_camera Las colmenas están en los montes de Cameixa, en Boborás.
Buscan un rendimiento paralelo y que resulte rentable al producto de un total de 90 colmenas

Daniel Caíña y Johnny Trigás son dos emprendedores de Boborás que hace aproximadamente año y medio se iniciaron en el mundo de la apicultura y en la actualidad experimentan con productos derivados de la miel y la cera, que están teniendo muy buena aceptación entre los clientes. Su máxima es lo natural, nada de productos químicos, para elaborar barras de protección de labios, bálsamo labial y una crema de manos en la que todavía están trabajando.

Por el momento, con la intención de lograr la mejor textura y máxima eficacia de estos productos, todavía los están regalando a los compradores de su miel, si bien, apuntaba Daniel Caíña que ya tienen marca: "Alborada" y muy pronto tramitarán el registro sanitario para entrar de lleno en el mercado nacional "e incluso para exportar", puntualiza. "Pensamos que la miel tiene tantas vitaminas que sin estropear sus propiedades podríamos hacer derivados y nos pusimos a investigar y, aunque al principio fue un desastre, poco a poco lo estamos consiguiendo", matiza.

Daniel Caíña es bombero en Carballiño y Johnny Trigás, repartidor de pan, y ambos quedaron enganchados al "fascinante mundo de las abejas". La miel procede de las 90 colmenas que tienen en estos momentos en el entorno de O Penedo, de la parroquia de Cameixa, en donde una vegetación variada garantiza su calidad. "Hay cosechas de diferentes mieles", puntualiza Caíña, refiriéndose al carrasco, eucalipto, castaño, roble y abundantes flores silvestres. Para obtener los derivados realizan diferentes combinaciones, utilizando cera, propóleos, aceite de almendras y vitaminas.

"A la gente le está gustando mucho tanto la barra como el bálsamo, por eso pronto pasaremos a la venta", explica este apicultor.

Sus mayores preocupaciones tienen que ver con la reducción de la polinización que provoca una merma de los frutos del campo, debido a los incendios y a los insecticidas, fundamentalmente; y también la plaga de la velutina, sobre la que desarrollan una intensa campaña de captura de las reinas antes de que formen el nido.

Además, aunque a más largo plazo, estos emprendedores trabajan en un proyecto didáctico. Su intención está en adquirir una casa abandonada en un lugar retirado de los núcleos urbanos y preparar colmenas que puedan ser vistas desde el exterior. El proyecto consiste en colocar desde el techo del inmueble, en la fachada, varias láminas de cera y cubrir con una cristalera, de tal forma que las abejas construirán grandes colmenas que se podrán ver a través del cristal. "Podremos verlas trabajar y seguro que tendrá mucha aceptación entre los escolares", señala.

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