La Cruz Roja de Carballiño amplía sus instalaciones para acercarse más a la población. Procede a acondicionar un céntrico local, situado en la Praza Maior, con el fin de facilitar a los ciudadanos la asistencia a los distintos cursos y talleres que imparte a lo largo del año y que, según indicó el presidente, Modesto Ojea, no están logrando la aceptación deseada debido a la ubicación de la sede en el Cornuval. 'Pretendemos dinamizar a Cruz Vermella e a distancia do centro era un impedimento, porque as veces as actividades prolónganse pola noite e a xente non quere desplazarse pola N-541'.
De esta forma, el nuevo local de 80 metros cuadrados acogerá una aula para impartir cursos y talleres y un servicio de atención al público. Asimismo, la agrupación local pretende habilitar el inmueble del Cornuval (250 metros cuadrados y con terreno disponible) para convertirlo en un centro de día o una guardería, para lo cual tramitan a través de la central de A Coruña la solicitud correspondiente ante la Xunta, ya que tal y como reconoció Ojea, 'a agrupación depende das subvencións da Xunta e da Diputación'.
El asentamiento de inmigrantes, fundamentalmente en la villa, ha incrementado la demanda formativa relativa a la lengua castellana y a las nociones básicas de informática. En estos momentos, la Cruz Roja imparte clases a 32 personas, un número que los responsables esperan incrementar una vez que entren en funcionamiento las instalaciones del centro.
Otra actividad que realizan los voluntarios (cuenta con 230 y 1.500 asociados) tiene que ver con la atención a los mayores que viven solos, ya sea realizando diferentes servicios para cubrir sus necesidades o simplemente acompañándolos. Según Modesto Ojea, en la actualidad atienden a 12 personas, 'é un complemento do servicio que presta o Concello de forma gratuita, nós cobramos cinco euros, pero estamos intentando financialo'. Asimismo, la Cruz Roja iniciará en breve una campaña de captación de nuevos voluntarios, incidiendo en los prejubilados y jubilados, que disponen de tiempo libre.
El asentamiento de inmigrantes, fundamentalmente en la villa, ha incrementado la demanda formativa relativa a la lengua castellana y a las nociones básicas de informática. En estos momentos, la Cruz Roja imparte clases a 32 personas, un número que los responsables esperan incrementar una vez que entren en funcionamiento las instalaciones del centro.
Otra actividad que realizan los voluntarios (cuenta con 230 y 1.500 asociados) tiene que ver con la atención a los mayores que viven solos, ya sea realizando diferentes servicios para cubrir sus necesidades o simplemente acompañándolos. Según Modesto Ojea, en la actualidad atienden a 12 personas, 'é un complemento do servicio que presta o Concello de forma gratuita, nós cobramos cinco euros, pero estamos intentando financialo'. Asimismo, la Cruz Roja iniciará en breve una campaña de captación de nuevos voluntarios, incidiendo en los prejubilados y jubilados, que disponen de tiempo libre.
