El fuego vuelve a Boborás y corta el tráfico ferroviario

El foco fue detectado a las 16,28 horas en la parroquia en Xuranzás

A lo largo de este domingo los equipos de bomberos de la provincia de Ourense tuvieron que hacer frente a cuatro incendios: a los de Oímbra y Castrelo de Miño, el primero extinto y el segundo controlado desde primera hora de la mañana, se añadieron dos focos grandes en Boborás y, aparte, otro más pequeño en Cartelle.

Alrededor de las 16,28 horas se detectó un foco de incendio en la parroquia de Xuranzás, en el concello de Boborás. A lo largo de la tarde llegaron a la zona cuatro agentes, siete brigadas, tres motobombas, una pala mecánica, siete aviones y cuatro helicópteros en un enorme despliegue para sofocar las llamas.

Finalmente, los efectivos lograron estabilizar el fuego a las 21,51 horas, y unas siete hectáreas acabaron siendo pasto de las llamas.

Horas antes, alrededor de las 18,00 horas, el incendio obligó  a cortar el tráfico ferroviario de la línea entre Ourense y Santiago, concretamente en el kilómetro 289 entre O Carballiño y O Irixo. La interrupción, sin embargo, solo afectó a la línea convencional de trenes regionales y tanto Adif como Medio Rural anunciaron la reactivación a  las 19,25 horas.

Este foco pudo haber causado daños mayores, ya que se extendió hasta las inmediaciones de varias vivienda e, incluso, a una nave de almacenamiento de maquinaria, que presentaba riesgo de provocar una explosión. Sin salir de Boborás, en la parroquia de Moreiras,  se detectó un segundo foco a las 19,39 horas. Al cierre de esta edición, el fuego, próximo a las casas, seguía activo y había quemado 2 hectáreas. Hasta allí se desplazaron tres agentes, seis brigadas, cuatro motobombas, una pala, ocho aviones y cinco helicópteros.

Por otra parte, se declaró un  incendio, mucho más pequeño, en Cartelle a las 18,14 horas. Este foco requirió de los esfuerzos un agente y una brigada terrestre y no fue más allá de las 0,01 hectáreas. El incendio de Castrelo de Miño, bajo control desde el sábado por la mañana y con unas 200 hectáreas quemadas a lo largo de cinco días, seguía controlado a última hora de la noche de este domingo.

Activada la Situación 2 por fuegos en A Cañiza y Arbo

La vecina provincia de Pontevedra también fue víctima de varios incendios, declarados en los concellos de Ponteareas, A Cañiza y Arbo, con 445 hectáreas quemadas en total. En estos dos últimos casos, la proximidad de las llamas a las zonas habitadas llevó a la activación de la Situación 2.

El incendio de mayores dimensiones, en Arbo, cuyo foco se detectó en la aldea  de Mourentán a las 3,17 horas, y a última hora de la tarde ya había consumido más de 400 hectáreas. Al lugar se desplazaron nueve helicópteros, 10 aviones, dos Unidades Técnicas de Apoyo, cinco palas, 39 motobombas, 54 brigadas, 19 agentes y siete técnicos. Para apoyar a este despliegue se solicitó el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias.

Poco antes del inicio del incendio de Arbo, a la 1,00 hora de la madrugada,  en la parroquia de Oroso, perteneciente al ayuntamiento de A Cañiza, en la noche de este domingo ya había llevado por delante 25 hectáreas. Para ayudar en su extinción, acudieron un técnico, nueve agentes, 17 brigadas, nueve motobombas, dos palas, nueve aviones y cinco helicópteros.

En ambos incendios se declaró la Situación 2 como medida preventiva, y que la proximidad de las llamas amenazaba al núcleo de viviendas de la parroquia de As Searas, en el caso de Arbo, y el polígono industrial de Ribadil, en las inmediaciones de A Cañiza.

CORTADA LA A-52

La cercanía de las llamas también obligó  a cortar el tráfico durante unas horas las  A-52 y la carretera N-120.  A su paso por A Cañiza, la autovía se había cerrado a la  mañana y no se reabrió al paso de vehículos hasta pasadas las 11,50 horas. Paralelamente, a mediodía también quedaba cerrada a la circulación la vía N-120, en el punto quilométrico 612, hasta su reapertura alrededor de las 18,45 horas. Además, el incendio que se había declarado el sábado a las 23,15 horas en Ponteareas, en la parroquia de Padróns, ya se encontraba estabilizado a las 10,14 horas. Este foco se extendió hasta calcinar 20 hectáreas, según el informe de Medio Rural. Requirió la movilización de siete agentes, 14 brigadas, diez motobombas, una pala y un helicóptero.

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