El auditorio de la Casa da Cultura de Carballiño acogió en la tarde de ayer una nueva edición del Foro La Región, con Javier Urra, doctor en Psicología, como ponente de excepción. Los asistentes completaron el aforo del recinto y fueron muchos los que siguieron la charla y el posterior coloquio sentados en las escaleras de acceso.
El alcalde, Argimiro Marnotes, agradeció a los organizadores la elección de la villa carballiñesa como sede de esta actividad, en la que Purificación Alberte, concejala de Servicios Sociales, relató el amplio currículum de Javier Urra, que antes del acto firmó varios ejemplares de sus obras más conocidas.
Con el título de '¿Qué se le puede pedir a la vida?' como punto de arranque, el también asesor del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, aseguró que 'todos tenemos fecha de caducidad, lo único que sabemos es que vamos a morir', y, por ello, es esencial preguntar 'para quién hemos vivido'. Así, Javier Urra destacó que en esta vida 'la felicidad, hay que compartirla', y puso un ejemplo: '¿Quién va a cenar mejor esta noche?, seguro que el que va a cenar acompañado'.
El ponente también puso de manifiesto que las últimas encuestas reflejan que 'el nivel subjetivo de la felicidad de los españoles ha bajado poco debido a la crisis'. Como directrices básicas para afrontar la etapa vital, Javier Urra señaló la importancia de educar a los niños para que conozcan el dolor y la muerte; la sonrisa, como terapia contra el estrés, y finalmente, el lenguaje como herramienta de comunicación, 'ya que una imagen no vale por mil palabras', asertó.
Asimismo, apuntó a la envidia como enemiga de la felicidad de la persona y que 'no es cierto que no tengamos valores en la actualidad, porque sí los tenemos,y también virtudes de las que debemos sentirnos orgullosos'.
Javier Urra abrió un debate entre el público sobre el significado de la felicidad. 'Para conseguirla, hay que valorar siempre lo bien hecho y tener un proyecto de vida, con nuestras pequeñas ilusiones'. Al respecto, recordó que 'la gente mayor suele ser feliz, porque se encuentra en una etapa en la que no tiene que demostrar nada'.
Con el título de '¿Qué se le puede pedir a la vida?' como punto de arranque, el también asesor del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, aseguró que 'todos tenemos fecha de caducidad, lo único que sabemos es que vamos a morir', y, por ello, es esencial preguntar 'para quién hemos vivido'. Así, Javier Urra destacó que en esta vida 'la felicidad, hay que compartirla', y puso un ejemplo: '¿Quién va a cenar mejor esta noche?, seguro que el que va a cenar acompañado'.
El ponente también puso de manifiesto que las últimas encuestas reflejan que 'el nivel subjetivo de la felicidad de los españoles ha bajado poco debido a la crisis'. Como directrices básicas para afrontar la etapa vital, Javier Urra señaló la importancia de educar a los niños para que conozcan el dolor y la muerte; la sonrisa, como terapia contra el estrés, y finalmente, el lenguaje como herramienta de comunicación, 'ya que una imagen no vale por mil palabras', asertó.
Asimismo, apuntó a la envidia como enemiga de la felicidad de la persona y que 'no es cierto que no tengamos valores en la actualidad, porque sí los tenemos,y también virtudes de las que debemos sentirnos orgullosos'.
Javier Urra abrió un debate entre el público sobre el significado de la felicidad. 'Para conseguirla, hay que valorar siempre lo bien hecho y tener un proyecto de vida, con nuestras pequeñas ilusiones'. Al respecto, recordó que 'la gente mayor suele ser feliz, porque se encuentra en una etapa en la que no tiene que demostrar nada'.
