La nueva ordenanza de terrazas de hostelería para Carballiño contempla una armonía de colores según la calle o plaza de ubicación. Una comisión integrada por ediles y hosteleros vigilará la concesión de licencias.

Un mapa de ocio en colores

Una terraza de hostelería, en la céntrica calle Mosquera de Carballiño. (Foto: MARTIÑO PINAL)
La Corporación municipal de Carballiño debatirá mañana, a partir del mediodía, la nueva ordenanza que regula la ocupación de la vía pública con mesas, sillas, tarimas o cualquier instalación con objeto de lucro. Es decir, la normativa relacionada con las terrazas de hostelería, que tantos quebraderos de cabeza ha supuesto desde la entrada en vigor de la ley que prohíbe fumar en el interior de los establecimientos.
En este sentido, el alcalde, Argimiro Marnotes, asegura que se reunió con los hosteleros para transmitirles que 'a ordenanza pretende compaxinar os dereitos dos clientes nun espazo exterior que se lle engade ós locais co respeto á imaxe da nosa vila'. Por este motivo, las normas establecen que en las mismas calles o plazas, bares, cafeterías, restaurantes y pubs deberán coordinarse para que sombrillas, toldos y cualquier otro elemento decorativo sean del mismo color.Este, seguramente, será un punto generador de polémica, y con el fútbol como telón de fondo. ¿El blanco del Real Madrid, el azulgrana del Barça o el verde del Arenteiro?, entre otras aficiones y tendencias de propietarios y clientes.

Lo que sí incluye la ordenanza es que los hosteleros deberán cuidar al máximo la seguridad de la clientela a la hora de colocar tarimas en vías de circulación de vehículos. Concretamente, instalar paneles consistentes, con materiales tipo metacrilato, y de una altura suficiente para que las personas que se sienten en una mesa estén alejados del peligro y también de las corrientes de aire.


REPRESENTACIÓN

Los toldos tampoco podrán ser opacos en sus extremos, 'para favorecer a visión do contorno', comenta el regidor 'popular'. Además, la propia Corporación designará a un delegado de cada grupo político (PP, PSOE y BNG), para formar parte de una comisión en la que también tendrán cabida un representante del colectivo de hosteleros. Este comité, que presidirá el concejal de Servicios Públicos, se encargará de realizar un seguimiento del cumplimiento de la ordenanza y también de revisar las solicitudes de nuevas licencias para ocupar suelo público.

Una vez que se apruebe la normativa, los vecinos que se consideren afectados disponen de un mes de plazo para formular alegaciones. La normativa también incluye las modificaciones en las tasas que debe abonar el sector de hostelería, y que hasta este año estaban distribuidas por categorías de calles y plazas. A partir de ahora, tanto en verano como en el resto del año, las tarifas medias serán de seis euros al mes por una mesa y cuatro sillas.

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