Los nueve concejales de la oposición (PP y BNG) en la Corporación de Carballiño abandonaron la sesión ordinaria de ayer, una vez que el alcalde Carlos Montes (PSOE) ordenó la expulsión de Emilio García, edil 'popular', tras un enfrentamiento dialéctico. El ambiente se crispó al ser rechazada una operación crediticia de 920.000 euros propuesta por el equipo municipal de gobierno.
El salón de plenos de la Casa do Concello de Carballiño mostraba en la tarde una imagen muy diferente a la de sesiones anteriores de la Corporación municipal. Vecinos y simpatizantes de los diferentes grupos políticos (PSOE, PP y BNG) completaron el aforo de sillas disponible y ocuparon posiciones en las escaleras de acceso al edificio. Entre ellos, Julio Martínez, que supuestamente agredió en agosto al concejal nacionalista Xosé Dobarro, y habitantes de la urbanización de Corzos, que reclaman el acondicionamiento de sus viales.
Y fue precisamente el punto más controvertido del orden del día el que abrió el debate: una solicitud de crédito anual de 920.000 euros propuesta por el equipo municipal de gobierno. La concejal de Hacienda, Inmaculada Ucha, justificó esta operación bancaria (adjudicada a la Caixa Rural Galega) 'para afrontar pagos do proxecto europeo Equal por valor de 475.000 euros, mentres o resto vai para outros gastos que hai que anticipar'. En esta última cantidad, la edil socialista se refería al dinero que el Concello debe adelantar -y así lo confirmó el alcalde Carlos Montes'para afrontar as nóminas do obradoiro de emprego que se vai poñer en marcha neste mes'.
Una propuesta transaccional del BNG (apoyada por el PP) para definir un nuevo crédito 'pero só para sufragar os gastos do programa Equal', no se pudo votar al tratarse de un expediente, según informó la secretaria municipal. Fue así como la operación de tesorería fue rechazada por los votos en contra de la oposición (nueve contra ocho). Este resultado no fue del agrado del regidor socialista, al reprochar a los 'populares' que 'na Deputación tamén se aproban operacións de tesorería para pagar nóminas, entre elas á da muller do voceiros do PP, Argimiro Marnotes'.
Este comentario soliviantó al concejal 'popular' Emilio García, que lo calificó 'dunha falta total de respeto'. Tras un enfrentamiento dialéctico entre García y Montes, éste (tras los tres avisos pertinentes) le conminó a que abandonara la sesión, una orden que los ediles nacionalistas consideraron 'desproporcionada'. El resultado: los nueve concejales de PP y BNG abandonaron el salón. La nueva situación favoreció que la moción de la alcaldía de ratificar el convenio para la urbanización del entorno de A Veracruz fuese aprobada en solitario por el grupo de gobierno, una propuesta que no era del agrado de la oposición.
