Vecinos de Partovia alertan sobre los ’rallies’ nocturnos en la antigua carretera a O Ribeiro

LR- Las ’competiciones’ de velocidad que protagonizan automovilistas en el tramo de la antigua carretera entre Carballiño y Ribadavia mantienen en vilo a los vecinos de la parroquia carballiñesa de Partovia. ’Nas noites das fines de semana, baixan como tolos dende  o San Amaro e nun minuto percorren os dous quilómetros que  hai ata o cruce co Eixo do Ribeiro’, señalan. Ante esta situación, solicitarán del Concello que inste a Política Territorial a la instalación de pasos de cebra elevados en la calzada.

La antigua carretera entre Carballiño y Ribadavia (OU-210) quedó prácticamente en desuso tras la apertura del Eixo do Ribeiro en 1993, a excepción del tramo que enlaza este vial con los núcleos de población de la parroquia carballiñesa de Partovia. Sin embargo, la fuerte pendiente del trazado invita a algunos automovilistas a apretar el acelerador, y deslizarse hasta el cruce con la carretera a San Amaro, y viceversa.

 Un recorrido de dos kilómetros escasos que atraviesa las aldeas de Partovia, Refoxo y O Porto de Eguas, donde habitan unos 50 vecinos. Y éstos, con el alma en vilo, ’xa que tódalas fines de semana baixan pola noite como tolos pola estrada do San Amaro, e na curva do Porto situada antes da ponte adiántanse uns ós outros como na Fórmula Un, cando só hai espazo para dous turismos e pode vir un de fronte’. Así, los vecinos temen desplazarse a pie por el tramo y cruzar la calzada para dirigirse a sus fincas de cultivo.

 Controles

 ’Ademais, na zona da curva as paredes das vivendas están mesmo enrriba do vial, porque daquela Obras Públicas nunca construiu unhas beirarrúas’, indican. La Asociación de Veciños de Partovia se había dirigido el pasado año a la Comandancia de la Guardia Civil con el fin de solicitar la presencia de agentes de Tráfico en la zona, una medida que este departamento asumió, si bien descartando la idea de instalar un radar fijo. ’Hai veces que veñen co radar móbil e para facer controles de alcoholemia, pero tampouco poden estar aquí a diario’, apunta un directivo del colectivo.

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