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El arsénico del agua obliga a pedir otra traída en Castrelo

Una de las fuentes contaminadas con arsénico, en Castrelo de Miño (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera Una de las fuentes contaminadas con arsénico, en Castrelo de Miño (XESÚS FARIÑAS).
Sería la solución definitiva a la contaminación que negocia el Concello con la Xunta de Galicia

El Concello de Castrelo de Miño gestiona ante la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade la ejecución de un proyecto de ampliación de la captación de agua que tiene en el Miño con la que abastece una parroquia. Sanidade ha enviado a este ayuntamiento varios requerimientos para que solucione el problema del arsénico en el agua de la traída que afecta a toda la parroquia de Santa María hasta sobrepasar el Parque Náutico y también alcanza a la localidad de Paradela, que aunque pertenece a la parroquia de Barral se surte de la misma captación de Coto Novelle. La contaminación había sido detectada a principios del mes de octubre del año pasado en las analíticas realizadas por Sanidade y desde entonces siempre han confirmado la existencia del arsénico de hasta 13 microgramos por litro de agua cuando el límite establecido es de 10.

A la espera de la financiación para instalar filtros en la captación de Coto Novelle como medida provisional, el alcalde de Castrelo de Miño, Esteban Suárez, es consciente que esta no será la solución definitiva, que pasa únicamente por la construcción de una nueva captación en el río Miño. El regidor asegura que ya existe un proyecto que data del 2005, que requería una inversión que rondaba el millón de euros, y que nunca llegó a ejecutarse. Por ese motivo, solicita de la Administración autonómica, que está en posesión de dicho proyecto, que lo actualice y que en lugar de hacer una captación nueva, que amplíe la existente en este municipio.

Esteban Suárez considera que es factible bombear el agua a una determinada altura y desde allí distribuirla a los distintos depósitos de los que se surten las distintas localidades. "Solucionaríamos o problema á poboación que está agora afectada polo arsénico e o mesmo tempo os outros pobos tamén poderían beneficiarse no caso de que escaseara", matiza.

Las obras para la instalación de los filtros serán financiadas por la Diputación de Ourense, que ya tiene contemplada una partida económica que ronda los 55.000 euros en los presupuestos de este año. El proyecto todavía está pendiente de ser adjudicado y, según el alcalde de Castrelo, por el momento no ha sido fijada una fecha concreta. Los responsables municipales confían también en que la Xunta asuma la captación en el Miño.


A la espera de la instalación de filtros


A la espera de la instalación de filtros en la captación de Coto Novelle y también de una respuesta que las autoridades locales esperan que sea satisfactoria por parte de la Administración autonómica para hacer frente a un nuevo proyecto, los vecinos de A Ponte, Santa María, Padreiro, O Pozo, Toledo, Rial, A Costa, Nogueiredo, Paradela, y As Cortiñas, siguen sin poder utilizar el agua de la traída municipal ni para beber ni tampoco para cocinar. Esto se traduce en torno a un quinto de la población de Castrelo de Miño, que cuenta con un total de 1.380 habitantes, según calcula el alcalde, Esteban Suárez. El problema se agrava teniendo en cuenta que las analíticas también han indicado que el arsénico alcanza igualmente a las fuentes públicas de este entorno. Por ese motivo, el Concello de Castrelo de Miño tiene a disposición de los vecinos afectados garrafas de agua que pueden recoger en la Casa Consistorial. A raíz de la detección del arsénico por parte de  Sanidade con parámetros más altos de los recomendables, el concello había publicado un bando, que colocó en las localidades afectadas, advirtiendo que el agua no era apta para el consumo humano al mismo tiempo que pedía ayuda a la Diputación para solucionarlo.

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