Juan Perro regresa a Ribadavia en septiembre como Santiago Auserón

Juan Perro ha decidido tomarse un respiro, después de tres décadas de pelea por llevar el rock hispano al encuentro de otras músicas y asentar su repertorio con una excelente banda de jazzeros. Soy rockero mestizo, pero me gusta rodearme de los mejores músicos. En nuestra banda se integran el blues y el jazz clásico o moderno, el Rhythm and blues; blues, el rock y el soul, el son y la rumba afrocubanos, la tradición europea antigua, clásica y contemporánea. Todo cabe en la cazuela musical, mientras tenga calidad, sabor y hechizo.

La Academia Nocturna es un taller de creación y aprendizaje musical itinerante. La improvisación en escena, además del estudio privado y los ensayos, proporciona ideas novedosas, a través de las cuales el abanico de estilos que practica el grupo adquiere personalidad sonora. De este modo, el método de interpretación propio de los músicos de jazz alcanza en nuestra academia

heterodoxa dimensión compositiva, creadora de formas que aspiran a durar y a seguir abriendo caminos para la música popular cantada en español. El rasgo predominante de esta creación en directo es la energía comunicativa, con atención especial al ritmo bailable.

Los discos desaparecen del mercado, las plataformas digitales están monopolizadas por los productos industriales al servicio de la comercialidad, los medios de comunicación –salvo raras excepciones– solo atienden a lo obvio, cuando no al negocio de promover sus propios personajes. Nuestras ideas viajan por otros caminos: los de la comunicación sin mediaciones, cuyo registro principal es la memoria compartida con el oyente, por medio de la palabra, la música y un sonido eléctrico con solera. De manera que nuestro público asistirá en cada concierto al acto de invención musical y poética.