Las calles de Ribadavia sucumbieron ante el regreso de la “Noite Meiga”, la cita decana en la conmemoración celta de Samaín y que llevaba dos años sin apenas actividad por la pandemia.
Cientos de personas tomaron las calles de la localidad para disfrutar del desfile, pero también de la música, la magia, los juegos y la ambientación de calle que protagonizaron Tabaleiros dá Istoria, Pandereteiras dá Istoria, Mekanika Rolling Band o Treefolk e Dragón. “Todas as actividades foron un éxito, volvemos a rexurdir”, resumía ayer desde la asociación de mujeres Activa.T, Bárbara Gándara, quien destacaba el buen ambiente, la ausencia de incidentes en una noche mágica y también la labor e implicación de los cerca de cien voluntarios que hicieron posible la programación. “Sen eles non sería posible” destacaban.
Demonios, brujas y almas en pena eran mayoría en la celebración que, aunque ligeramente pasada por agua, contó con la participación de vecinos y visitantes llegados desde diferentes rincones de Galicia. Un éxito del que daban cuentan bares y restaurantes, que colgaron el cartel de completo, pero también los alojamientos, sin camas libres para la noche del sábado. “Houbo moita xente, pero nun ambiente distendido, bailando na Praza Maior, pero tamén desfrutando dos espectáculos que, de súpeto, te atopabas en calquera rúa cuns tambores, o dragón ou a charanga tétrica”, describían los organizadores que, en menos de una hora, vieron volar las 500 entradas del túnel del terror.
