Senén Pousa no retirará los viejos simbolos franquistas hasta disponer de un inventario

El primer pleno de Beade desde el pasado mes de noviembre apenas duró un cuarto de hora. La crispación surgía entre el alcalde y los dos concejales socialistas nada más empezar la sesión, cuando el secretario planteó la aprobación del acta del anterior pleno. El PSOE manifestó su intención de alegar, según indicó Benito Cibeira, porque el regidor le había insultado en esa sesión de finales de 2007, en la que se habían aprobado los presupuestos.

A partir de ahí, el secretario municipal y el alcalde ya no dejaron margen para el debate. Los socialistas insistieron en que querían exponer los motivos por los que reclaman la convocatoria de plenos ordinarios. Sin embargo, el secretario fue contundente al negárselo, alegando que en la moción de la oposición ya figuraban expuestos los criterios por escrito. Asimismo, añadía el secretario que las sesiones ordinarias habían quedado fijadas cada dos meses, pero que la convocatoria para su celebración era competencia del alcalde y que era él quien autorizaba o no el debate. Como los socialistas no respondían al requerimiento de sus votos, Senén Pousa manifestó que ’néganse a votar, pois votamos nós en contra’, y así lo hicieron. El regidor fue más condescendiente con la oposición a la hora de plantear la retirada de los nombres del Caudillo y Alférez Montero de dos calles, así como un símbolo franquista de una fuente pública. De nuevo era el secretario quien tras dar lectura a la moción procedía a exponer la postura del grupo de gobierno. Los ’populares’ de Beade consideran que la Ley de Memoria Histórica obliga a retirar los símbolos de edificios e instala ciones de titularidad pública estatal y que recomienda a las demás instituciones hacerlo, para lo cual, argumenta el PP de Beade, el Gobierno estatal se ofrece a colaborar en la elaboración de un catálogo, que en este municipio todavía no está hecho, por lo que el alcalde sentenció que ’deixaremos para outra vez si seguimos a recomendación’.

No obstante, pese al alto grado de crispación y a las continuas interrupciones mutuas, Benito Cibeira consiguió intervenir instando al grupo de gobierno a cambiar de postura y proponiendo nombres como el de Cervantes, Antonio Machado, Rosalía de Castro o el de un antiguo maestro de la localidad. Finalmente, la moción fue rechazada con los votos en contra del grupo de gobierno.