Las denuncias por velocidad excesiva fueron 15.000 en 2014

Consumo de alcohol o drogas por parte de los conductores y los excesos de velocidad al volante son tres de las infracciones de tráfico que más denuncian las fuerzas de seguridad con competencias en esta materia. Por esta razón, el Subsector de la Guardia Civil de Tráfico realiza de forma periódica controles masivos con carácter preventivo y de alta visibilidad en las carreteras de la provincia donde se concentran los accidentes más graves para impulsar la vigilancia sobre tres factores de riesgo importantes en la conducción: velocidad, alcohol y drogas. Estos dispositivos se completan con la incorporación de vehículos en la periferia que se encargan de detener y sancionar a cualquiera que cometa una infracción.

Según aseguró ayer el jefe de la agrupación de Tráfico Guardia Civil de Tráfico, Juan José López, el "40% de conductores" sometidos a controles de detección de drogas en la provincia en 2014 dio positivo (246 denuncias). Este mando, presente en el control de ayer tarde en la N-525 en O Viso y que movilizó a 15 efectivos, valoró el dato como una "sorpresa", si bien introdujo matices al asegurar que los agentes están especializados en detectar a conductores potenciales de haber consumido drogas no legales, mayoritariamente cannabis (173 multados) , seguido de cocaína (80), opiáceos y anfetaminas y metanfetaminas.

A modo de balance, el teniente explicó que hubo 15.000 denuncias por exceso de velocidad en 2014, la infracción que más puntos detrae del carné de conducir (más de 14.000 al año), aunque también hay alguna de tipo penal como la de un conductor que en diciembre fue sorprendido circulando a 227 kilómetros por hora por la autovía Rías Baixas.

Además, registraron otras 2.000 por superar la tasa de alcohol permitida. En cuanto a la evolución de las alcoholemias, los datos se redujeron en la última década: si en 2001 la tasa de positivos era del 5 %, desde 2009 fue bajando hasta los 1,7 por cada 100 pruebas realizadas.

En el dispositivo masivo de ayer también estuvo el jefe provincial de Tráfico, David Llorente, quien confirmó que el Concello de Ourense ya le había remitido una solicitud para hacer uso del radar móvil en la ciudad (la última vez que requirió fue en 2009).

Le será entregado en próximos días debido a un imprevisto (uno de los dos cinemómetros móviles está averiado y el otro lo está usando la Guardia Civil).

También, según le consta, el ente local tiene intención de solicitar a la Dirección General de Tráfico que instale uno fijo (en otros concellos lo sufraga el propio ente local).