Todavía hay 18 municipios que han logrado gastar menos de lo que ingresan pero deudas antiguas y préstamos disparan el déficit en las villas

Los 92 concellos deben a todos sus proveedores más de 109,6 millones

La caída de ingresos derivados de la construcción y de las licencias de todo tipo, junto a la eliminación de las aportaciones del Estado a los concellos mientras hay que mantener los servicios públicos, ha incrementado en 10 millones de euros la deuda de los ayuntamientos ourensanos al cierre del pasado ejercicio, 2012. A 31 de diciembre de ese año, los 92 concellos ourensanos debían, según el Ministerio de Hacienda, 109.671.000 euros, un notable incremento si se compara con el año anterior, cuando la deuda global estaba cifrada en cerca de 90 millones de euros.
El ayuntamiento más deudor es, lógicamente, el de la ciudad, al cierre de 2012 con un débito de 47,8 millones de euros, ligeramente inferior, eso sí, al año anterior. Pero hay municipios donde la deuda es inexistente, 18 el año pasado (eran 16 en 2011), todos pequeños concellos que han sabido equilibrar gastos e ingresos y cumplir en tiempo y forma con los proveedores. Es el caso de Parada de Sil, Manzaneda o Paderne de Allariz, por ejemplo, que exhiben orgullosos sus cuentas sin deuda alguna, que justifican en la buena gestión y en el número limitado de los servicios que prestan, dirigidos a una población también escasa.

De acuerdo con el balance del Ministerio, son Allariz y Xinzo de Limia las villas donde más ha crecido la deuda con respecto a la anualidad de 2011. El alcalde de este segundo concello, el popular Antonio Pérez, atribuye el aumento a la agilización del pago a proveedores, lo que obligó a aumentar el déficit, que pasó de 3,96 millones de euros en 2011 a 7,3 millones el año pasado, un aumento notable que le obligará a recortar gastos en las próximas anualidades.

Ocurrió algo similar en Allariz, donde la deuda aumentó en casi dos millones de euros en el último año debido, según el regidor, el nacionalista Francisco García, a la formalización del pago a proveedores, como Xinzo, pero también a la ralentización de la venta de parcelas en el polígono industrial de Chorente, donde el Concello invirtió más de un millón con cargo al fondo estatal de empleo pero aún tiene suelo por importe de 2,5 millones sin vender. Ello obliga ahora a recortar las inversiones, según explicó el propio regidor, aunque se mantendrán todos los servicios públicos, eso sí, quitando del gasto corriente lo más 'prescindible'.

Los mismos pagos a proveedores dispararon también la deuda en Ribadavia y O Carballiño, que también aumentó en Verín o A Rúa, aunque en menor volumen. Caso peculiar es el de Os Blancos, el concello que el año pasado protagonizó numerosos titulares por su delicada situación económica, que llevó al alcalde, José Manuel Castro, a pedir a la Xunta que asumiese sus servicios básicos. Os Blancos debe ahora 734.000 euros, algo menos que en 2011 porque, pese a su estado económico, logró amortizar 'un pouco de capital', dice el regidor, y tiene 'encarrilado' el pago a los proveedores. Por eso, mantiene los servicios -'a ver que pasa a finais de ano'- y destinará el dinero de los planes provinciales de este año, 32.000 euros, a pagar parte del préstamo pendiente y el recibo del alumbrado público.

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