El hombre fue absuelto de tres delitos sexuales, por los que el fiscal solicitaba 26 años de prisión. Los magistrados entienden que solamente quedó probado que intentó quedar con un joven por internet
La Audiencia Provincial condenó a Antonio C.F. al pago de una multa de 5.400 euros por un delito de abuso sexual al contactar por internet con menores de edad para fines sexuales, absolviéndolo de otros tres delitos, uno de agresión sexual y dos de abuso. El Ministerio Fiscal había solicitado durante la vista oral celebrada a principios de mayo penas de prisión que sumaban 26 años y una indemnización de 18.000 euros. La acusación particular pidió 14 años de cárcel y 12.000 euros.
Los hechos tuvieron lugar entre verano de 2014 y enero de 2015, cuando el presunto agresor entró en contacto con tres menores a través de internet con una aplicación en su móvil bajo el seudónimo de Jesús. Una de las víctimas sufre una minusvalía de un 68%
El 16 de enero del 2015, la Policía Nacional detuvo al inculpado-llegó a estar en prisión- después de que la madre de uno de los menores denunciara una agresión sexual. La víctima aseguró que había quedado con Antonio C.F. por teléfono bajo la amenaza de que le iba a "joder la vida". Según su relato, el hombre le recogió en una furgoneta en las inmediaciones de San Francisco y le habría obligado a mantener relaciones sexuales "sin consentimiento". Pero los magistrados entienden que en la declaración del denunciante hay una "quiebra de la coherencia interna" por no afirmar de manera espontánea durante el juicio la amenaza. El joven se "limitó a responder afirmativamente" cuando la fiscalía le recordó la expresión, aseguran en la sentencia.
Además, señalan que tampoco hay "prueba objetiva" de que el acusado le enviase mensajes amenazantes y lo obligara a borrarlos de su teléfono móvil. La Audiencia entiende que tampoco quedó probado que el acusado utilizó la violencia o intimidación para consumar la agresión sexual en la furgoneta.
En relación a la denuncia del menor con minusvalía, Antonio C.F. le pidió supuestamente fotografías de contenido sexual, pero la sentencia resalta que durante el juicio ninguno de los testigos hizo manifestación alguna al respecto.
Sobre las presiones del acusado para quedar con el denunciante y "hacer cosas de la misma índole" que las fotos de contenido sexual, los magistrados destacan que ambos ni siquiera llegaron a coincidir físicamente, con lo que no pudo darse principio a la ejecución esencial para la tentativa de abuso.
Considerando probado que Antonio C.F. contactó con un menor con ánimo sexual, los magistrados desgranan n el fallo caso por caso argumentando la absolución de cada uno del resto de delitos, aunque su decisión no es firme y cabe recurso de casación ante la sala segunda del Tribunal Supremo.
Los magistrados argumentan en la sentencia los resultados de las analíticas realizadas al semen hallado en toallitas, ropa interior, así como a otros restos como saliva hallados por la Policía Nacional tras el contacto sexual con uno de los jóvenes, de 17 años. Entienden que no quedó demostrado suficientemente durante la vista oral que el menor fuera forzado para mantener los contactos sexual.
