Accidentes de tráfico por el jabalí: "Hay que ir a soluciones drásticas y dramáticas"

Un jabalí arrollado en la A-52, cerca del túnel de Alongos.
photo_camera Un jabalí arrollado en la A-52, cerca del túnel de Alongos.
Hay voces que claman por agentes forestales con armas cortas

Más batidas de caza, orines de lobo disuasorios, señales verticales de advertencia de peligro, refuerzo de los cierres perimetrales de las autovías, soterramiento del mallazo más de 50 centímetros, deflectores de luz en las biondas o soluciones domésticas como los silbatos de ultrasonidos para el coche a menos de diez euros se han ensayado como posibles soluciones para evitar los accidentes con animales, sobre todo jabalíes.

En Ourense, no han surtido efecto, según destacan fuentes de Tráfico consultadas ayer por este diario, con un animal que aprende rápido de sus errores. “Los accidentes que están causando jabalíes y corzos son un gravísimo problema en Galicia, pero en Lugo y Ourense, aún más”, asegura un agente de la Guardia Civil. 

Viejas soluciones planteadas años atrás para reducir las sobredimensionadas poblaciones de jabalí en el rural gallego -más periodos hábiles de caza- no son contempladas ya porque la realidad es que “los deportes cinegéticos han perdido licencias porque los cazadores se han hecho mayores y no hay relevo generacional”. 

Mirando a Cantabria

En Tráfico, hay voces que claman por “soluciones drásticas y dramáticas para controlar los ejemplares en función del número que puede soportar un territorio para convivir de forma armónica y que no resulte un peligro para la ciudanía”. La experiencia de  Cantabria con los agentes forestales (pueden llevar armas cortas para abatir animales) para controlar la reproducción (en Galicia solo pueden practicar eutanasias los veterinarios). “Es una cifra inasumible y la Xunta debe flexibilizar la caza al máximo, aparte de controlar la reproducción”, añaden esas mismas fuentes.

La administración gallega

La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda asegura que la Xunta auspició hace más de cinco años un plan de control con una comisión de seguimiento, con distintos sectores implicados, para reducir los daños causados por esta especie silvestre. Y pone como ejemplo la  declaración de zonas de emergencia cinegética temporal en dos ocasiones (2019 y solo se incluyó a la comarca de Viana) y una segunda entre finales de agosto de 2021 y  27 de febrero de 2022 que abarcó a 87 de los 92 concellos.  Esta medida excepcional permitía “abater ou capturar exemplares fóra do límite de cupo durante o período hábil de caza”. Según fuentes de la consellería, se redujeron los avisos al 112 relacionados con estos animales en casi un 30% en la temporada 2021-2020.

La administración gallega y los sectores implicados en el plan de control coinciden en que el Gobierno central debe avanzar en la elaboración de un estudio poblacional del jabalí y, ante la Federación de Municipios y Provincias, “na importancia de que os concellos teñan limpas e rozadas as áreas periurbanas para evitar crear zonas de encame ”. Los lugares con maleza incontrolada son idóneos para la cría y el asentamiento ya que  hallan refugio  y suelen estar muy cerca de zonas de producción agrícola o urbanas, a las que acceden en la procura de alimento.

La directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo,  en la última reunión valoró los mecanismos implantados para regular la población teniendo en cuenta la evolución de los daños en los últimos años: destacó que el periodo hábil de caza, por ejemplo,  “aumentou en case un 14% e o número de xornadas autorizadas, nun 43% nas últimas cinco tempadas cinexéticas”. Sin olvidar, la agilización administrativa de los trámites de autorización de acciones cinegéticas o la progresiva ampliación del periodo hábil de caza de esta especie, que se extiende actualmente de agosto a finales de febrero.

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