Los agentes sociales coinciden: los próximos meses “serán muy duros”

Nubarrones sobre la evolución económica en la última fase del año también en Ourense. Los temidos efectos de la inflación y la falta de materias primas preocupa a los agentes sociales y analistas, que se alinean con la tesis de que el otoño se pondrá cuesta arriba. En la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO), su presidenta Marisol Díaz, alude a “un contexto de incertidumbre muy elevada” por los altos precios de la energía y los carburantes “y de una crisis de precios a nivel de los peores datos de los años 80 que afecta tanto a empresas como a particulares”, lo que hace prever a nivel general un otoño e invierno “complicados”. Aun así espera Díaz buenos frutos a los “esfuerzos” de las empresas gracias ”a la innovación y la digitalización que se plasma directamente en los resultados y sobre todo en las cifras de exportaciones”. La Asociación de Empresarios de San Cibrao, con un polígono que emplea a 8.000 personas, ya ve “un incremento insoportable del coste de la energía y los combustibles”, por lo tanto “las proyecciones económicas son una señal de alarma que amenaza con llevarse por delante a muchas empresas”, según su presidente, José Antonio Rodríguez Araújo. “Se a inflación segue por riba do 7% ou 8% a final de ano, é evidente que a economía se vai retardar, e si é así os datos do emprego van empeorar”, pronostica Ana Barrios, secretaria comarcal de CCOO, acentuando la visión pesimista de los empresarios. SOLO DESACELERACIÓN Sin embargo, otras visiones, como la de Alberto Vaquero, profesor de la Facultad de Empresariales, piden que “no se hable de recesión, sino de desaceleración económica”. Se ampara en que los últimos datos de la OCDE señalan que España “logró que el crecimiento del PIB entre abril y junio de este año fuese cuatro veces superior a la media de los países de la OCDE”. Mientras, con un número de autónomos en mínimos históricos en Ourense, su presidente, David Martínez, intuye que “muchas empresas van a cesar definitivamente su actividad” y cuando cierran empresas “los efectos negativos se suceden en cascada, destruyendo empleos, capacidad adquisitiva, debilidad de proveedores, impuestos etc”. LAS FAMILIAS SIN RECURSOS Carmen Sampayo, decana del Colegio de Economistas, cree que “a elevada inflación, o incremento dos tipos de interés”, entre otros factores, atacarán “ao consumo das familias” y los costes financieros redundarán en empresas y particulares “polo que, previsiblemente, haberá máis problemas de liquidez e solvencia e elevaranse as tasas de morosidade”. En definitiva, “espérase un outono difícil, non vai ser fácil para as familias con menos recursos”. Más allá de los diagnósticos, ¿qué procede hacer? David Martínez aconseja “planes de reestructuración empresarial para adaptarse a los cambios cada vez más rápidos del mercado”. Las empresas viables, explica, “necesitan trabajar con sus acreedores para ayudarles para salir adelante y mantener abiertas sus líneas de financiación y crecimiento”. EFECTO CONTAGIO Alberto Vaquero alerta de que “no podemos caer en el tremendismo y en el desánimo” ya que las decisiones económicas se basan mucho en las expectativas “y si todos pensamos que la economía va a ir mal, al final lo va a hacer, no solo por las condiciones del propio mercado, sino por la malas expectativas creadas”. Insta a los agentes económicos a ser “realistas, pero no pesimistas”. A corto plazo también CC.OO “confía en que o IPC comece a moderarse a partir de setembro e a inflación se moderará ao final de ano, aínda que o repunte dos últimos meses obedece a moitas causas, pero en particular á guerra de Rusia contra Ucraína”. Su responsable en Ourense, Ana Barrios, aboga por “subir salarios, pensións e acometer medidas como cheques ou prestacións que solucionen problemas puntuais da poboación”, así como una nueva revisión al alza del SMI. AYUDAS El presidente de los empresarios de San Cibrao alude además a “ayudas gubernamentales” para salvar “el tejido productivo y con él a los empleos”. Sin ayudas “para minorar los costes energéticos y los incrementos en los costes de producción”, el problema “será todavía mayor y de consecuencias imprevisibles para la población”, con perspectiva de empresas “abocadas al cierre”. Es decir, los efectos de la globalización se extienden como mancha de aceite, con un sombrío panorama en Ourense.